También yo quise huir del mundo. Ustedes me lo impidieron, con sus cartas, con sus palabras por las calles, con su desamparo.
Les propongo entonces, con la gravedad de las palabras finales de la vida, que nos abracemos en un compromiso: salgamos a los espacios abiertos, arriesguémonos por el otro, esperemos, con quien extiende sus brazos, que una nueva ola de la historia nos levante. Quizá ya lo está haciendo, de un modo silencioso y subterráneo, como los brotes que laten bajo las tierras del invierno.
Algo por lo que todavía vale la pena sufrir y morir, una comunión entre hombres, aquel pacto entre derrotados. Una sola torre, sí, pero refulgente e indestructible.
En tiempos oscuros nos ayudan quienes han sabido andar en la noche. Lean las cartas que Miguel Hernández envió desde la cárcel donde finalmente encontró la muerte:
Volveremos a brindar por todo lo que se pierde y se encuentra: la libertad, las cadenas, la alegría y ese cariño oculto que nos arrastra a buscarnos a través de toda la tierraPiensen siempre en la nobleza de estos hombres que redimen a la humanidad. A través de su muerte nos entregan el valor supremo de la vida, mostrándonos que el obstáculo no impide la historia, nos recuerdan que el hombre sólo cabe en la utopía.
Sólo quienes sean capaces de encarnar la utopía serán aptos para el combate decisivo, el de recuperar cuanto de humanidad hayamos perdido.
Un lugar para compartir ideas y acciones en la construcción de ese Mundo Mejor que Es Posible. Desafiar el pensamiento único, animarnos a imaginar y hacer, plural, solidaria y colectivamente.
sábado, 30 de abril de 2011
Antes del fin
jueves, 28 de abril de 2011
Dicen
Dicen los vecinos de Tucumán que, en varios pozos de agua para el consumo, hay de mercurio un 160 por ciento más de lo tolerable.
Dicen los vecinos de La Boca que muchos de ellos tienen la sangre intoxicada por la contaminación que producen grandes empresas sobre el Riachuelo.
Dicen los vecinos de la Ceamse que la salud de todos ellos está en riesgo por culpa de esas montañas de basura con las que tienen que convivir.
Dicen los vecinos de Río Hondo que se están muriendo los peces por la contaminación que afecta la cuenca Salí-Dulce.
Dicen los vecinos de Famatina y Chilecito, provincia de La Rioja, que la minera que quiere instalarse allí va a hacer desaparecer el único curso de agua que reciben de la precordillera andina.
Dicen los vecinos de Formosa que el glifosato que utilizan unos empresarios sojeros está intoxicando a sus familias y matando la flora y la fauna.
Dicen los vecinos de Tornquist y de Saavedra que no deben iniciar las actividades mineras que quieren emprender en esa zona porque van a contaminar los recursos hídricos superficiales y subterráneos.
Dicen los vecinos de Gualeguaychú que las papeleras instaladas en la costa uruguaya van a provocar un desastre ecológico en la zona.
Dicen los vecinos de distintas partes del país que les están envenenando el agua, el aire, el suelo.
Dicen que los escuchen.
Dicen que es urgente.
Dicen que les den respuestas.
Dicen las compañías mineras cuestionadas que ellas dan trabajo a la gente.
Dicen las industrias cuestionadas que ellas traen desarrollo.
Dicen las empresas cuestionadas que ellas invierten en el país.
Dicen los vecinos que sus pueblos no se ven ni más ricos ni más desarrollados; que, en realidad, se ven más contaminados.
Dicen algunos expertos que no es cierto que contaminan.
Dicen otros expertos que es cierto que contaminan.
Dicen algunos expertos que el desarrollo siempre trae contaminación.
Dicen otros expertos que se puede encontrar un equilibrio entre el desarrollo y el respeto al medio ambiente.
Dicen los vecinos que entonces se encuentre ese equilibrio.
Dicen que es urgente.
Dicen las autoridades locales que ahora no pueden, que están ocupadas.
Dicen los secretarios que ya lo anotaron en la agenda, que van a ver qué pueden hacer.
Dicen los representantes que no se preocupen, que si se pone muy grave el asunto, se puede usar la plata de todos para sanear los desastres naturales que provocaron algunos: las empresas, las compañías mineras, las industrias o lo que fuere.
Dicen los vecinos de distintas partes del país que les están envenenando el agua, el aire, el suelo.
Y dice la gente que, con todo eso, no ve siquiera ni más ricos ni más desarrollados ni más felices a sus pueblos.
Dicen, una y otra vez, que es urgente.
Por Mex Urtizberea
Para LA NACION
-Un mail que me pasó Karina Diaz Moreno.
martes, 26 de abril de 2011
Acerca de la Sociedad de Mont-Pèlerin reunida en Buenos Aires
Eric Toussaint (un post que reproduzco de alainet.org)
La primera reunión de esta sociedad, en la que participaron 36 personalidades liberales, tuvo lugar en abril de 1947 en el Hôtel du Parc de la localidad de Mont-Pèlerin, cerca de Vevey, Suiza. Fue financiada por banqueros y patronos de la industria suiza.
Digo como blogger: Los que deseen leer más de Eric Toussaint, y otros ensayos sobre la sociedad Mont Pelerin, les recomiendo la serie "Una mirada al retrovisor" de este mismo autor y los demás artículos de alainet.org
domingo, 24 de abril de 2011
Revista Latinoamericana Edicion Sab 23 de Abril de 2011
Aquí va la segunda parte...
sábado, 23 de abril de 2011
jueves, 21 de abril de 2011
Revista Latinoamericana en PodCast !!!
Un gran agradecimiento al Ale Ocampo, que me orientó en la web, para concretar este desafío que veníamos postergando hace mucho tiempo: Poner en podcast el programa en segmentos que se pueden bajar para escuchar en el cel, en un ipod, la compu, etc. o escuchar online...
La 2da parte:
viernes, 8 de abril de 2011
Créeme
Vicente Feliú - 1975
Créeme,
cuando te diga que el amor me espanta,
que me derrumbo ante un "te quiero" dulce,
que soy feliz abriendo una trinchera.
Créeme,
cuando me vaya y te nombre en la tarde
viajando en una nube de tus horas,
cuando te incluya entre mis monumentos.
Créeme,
cuando te diga que me voy al viento
de una razón que no permite espera,
cuando te diga: no soy primavera,
si no una tabla sobre un mar violento.
Créeme,
si no me ves y no te digo nada,
si un día me pierdo y no regreso nunca.
Créeme,
que quiero ser machete en plena zafra,
bala feroz al centro del combate.
Créeme,
que mis palomas tienen de arco iris,
lo que mis manos de canciones finas.
Créeme, créeme,
porque así soy
y así no soy de nadie.
"Hoy nos encontramos en una nueva fase de la humanidad. Todos estamos regresando a nuestra casa común, la Tierra: los pueblos, las sociedades, las culturas y las religiones. Intercambiando experiencias y valores, todos nos enriquecemos y nos completamos mutuamente. (…)
(...) Vamos a reír, a llorar y a aprender. Aprender especialmente cómo casar Cielo y Tierra, es decir, cómo combinar lo cotidiano con lo sorprendente, la inmanencia opaca de los días con la trascendencia radiante del espíritu, la vida en plena libertad con la muerte simbolizada como un unirse a los antepasados, la felicidad discreta de este mundo con la gran promesa de la eternidad. Y al final habremos descubierto mil razones para vivir más y mejor, todos juntos, como una gran familia, en la misma Aldea Común, bella y generosa, el planeta Tierra."
Leonardo Boff, Casamento entre o céu e a terra. Salamandra, Rio de Janeiro, 2001.pg09
Hacia un Socialismo Nuevo La Utopía continúa
¿Qué cambios hemos experimentado en función de las lecciones que nos ha dado la historia? ¿Qué actitudes, qué acciones son de esperar hoy de una militancia socialista? Nadie nace socialista, el socialista se hace. Personalmente y comunitariamente. Hay valores referenciales, eso sí, que son columnas maestras del socialismo nuevo: la dignidad humana, la igualdad social, la libertad, la corresponsabilidad, la participación, la garantía de alimento, salud, educación, vivienda, trabajo, la ecología integral, la propiedad relativizada porque sobre ella pesa una hipoteca social.
Pedro CASALDÁLIGA
Para probar si sos human@
UTOPÍAS
Cómo voy a creer / dijo el fulano
que el mundo se quedó sin utopíascómo voy a creer
que la esperanza es un olvido
o que el placer una tristezacómo voy a creer / dijo el fulano
que el universo es una ruina
aunque lo sea
o que la muerte es el silencio
aunque lo seacómo voy a creer
que el horizonte es la frontera
que el mar es nadie
que la noche es nadacómo voy a creer / dijo el fulano
que tu cuerpo / mengana
no es algo más de lo que palpo
o que tu amor
ese remoto amor que me destinas
no es el desnudo de tus ojos
la parsimonia de tus manos
cómo voy a creer / mengana austral
que sos tan sólo lo que miro
acaricio o penetrocómo voy a creer / dijo el fulano
que la útopia ya no existe
si vos / mengana dulce
osada / eterna
si vos / sos mi utopía
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Escrito por "Mario Benedetti"
Tomado de "Praxis del fulano" del libro "Las soledades de babel"