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domingo, 17 de septiembre de 2006
Mandar obedeciendo
Lo que sigue es un fragmento de un artículo que aparece en el link que figura al pié de la nota, y que me parece muy interesante en el sentido de las búsquedas de nuevas formas de participación ciudadana y de procedimientos que nos hayuden a avanzar con los otros en la construcción de esa realidad mejor que queremos para todos.
Mandar obedeciendo
Procedamos en primer lugar a un flash-back histórico. La aventura zapatista -de hecho, habría que llamarla "neozapatista"- empezó en 1983 cuando seis militantes "blancos" urbanos, supervivientes de un grupo de guerrilla urbana de matriz marxista-leninista, se refugiaron en Chiapas, estado lejano y marginado del sudeste mexicano. Chiapas es enormemente rico en recursos naturales -abastece una buena parte del agua potable que consumen los veinte millones de habitantes de la capital de México-, pero su población es pobre: a mediados de los ochenta un niño de cada dos moría allí antes de los cinco años.
Marcos y sus cinco compañeros actuaron de forma muy distinta a la de las autoproclamadas vanguardias que supuestamente debían aportar del exterior la verdad revolucionaria a las masas: fundiéndose con la población local, se pusieron a su servicio y a su escucha. Aprendieron las lenguas, las costumbres y la visión del mundo de los indios. El gran preceptor de Marcos -quien adoptó ese nombre de combate en homenaje a un compañero muerto- no fue ni Marx ni tampoco Lenin, sino el viejo Antonio, que le transmitió todo su saber contándole historias en las veladas nocturnas. En diez años, el Ejército Zapatista se fue constituyendo poco a poco. Eran las asambleas de los poblados quienes escogían a los jóvenes aptos a integrarse en el ejército con arreglo a sus capacidades y disponibilidades. Todo hombre o mujer joven escogidos como soldados debían procurarse un arma por sus propios medios, vendiendo una vaca u otro de sus bienes. La mayoría de las armas de los zapatistas proceden de la compra a policías o militares del ejército federal.
En sentido etimológico, los indios de Chiapas son proletarios, ya que su única riqueza son los brazos de sus hijos. Al mismo tiempo, estos campesinos están integrados en la economía planetaria, ya que sus rentas dependen del precio mundial del café. La brutal caída del precio de este bien de consumo en 1992 hizo que las asambleas de los poblados decidiesen por unanimidad levantarse en armas. Considerando con razón que para entrar en guerra hace falta un mando y un jefe únicos, el Consejo clandestino revolucionario indígena del EZLN, la asamblea soberana compuesta por los comandantes y capitanes de las unidades combatientes, designados por sus bases, escogió a Marcos y lo entronizó durante una ceremonia maya llamada el "caracol", en la que se le hizo entrega de las siete insignias simbólicas del poder, a empezar por una espiga de maíz. Pero Marcos no fue nombrado general ni coronel. Escogió el cómico título de "subcomandante" para dejar bien claro que, incluso si era el jefe militar supremo, pensaba obedecer a la comunidad. Eso es lo que significa su divisa: "Mandar obedeciendo".
Todos para todos, nada para nosotros
En esto se basa la absoluta originalidad del ejército zapatista, que la distingue de todos los grupos politicomilitares pasados y presentes en América Latina, ya fuesen castroguevaristas como trotskistas, maoístas o marxistas tradicionales. A diferencia de todos esos movimientos, el EZLN no busca el poder político. Tal como dice Marcos, "somos soldados para que nunca más haya soldados". La divisa del EZLN es "todos para todos, nada para nosotros". La lucha armada del EZLN duró exactamente doce días en enero de 1994 y el mando nunca ha quebrantado el alto el fuego proclamado entonces. Siguió, por supuesto, movilizado y en armas. Tras su aparición a plena luz, cuando algunas bombas estallaron en grandes ciudades -entre ellas la capital de México- y de inmediato se las achacaron a sus simpatizantes, el EZLN declaró solemnemente: "Los aparcamientos subterráneos no son nuestros enemigos".
Desde 1994, el EZLN ha sabido resistir todas las provocaciones y ha evitado así caer en la espiral de la violencia manipulada. Al poder federal -eso que los zapatistas llaman "malgobierno"- le ha sido imposible empujar a los zapatistas hacia el mortal callejón sin salida del terrorismo. Filosóficamente, rechazan la perspectiva de un control totalitario de la sociedad, a la que se le impondría un modelo revolucionario único en nombre del "hombre nuevo". Puede afirmarse que la divisa bolchevique que buscaba hacer feliz a la humanidad con mano de hierro no les interesa.
Desde 2003, los zapatistas han creado ayuntamientos autónomos en sesenta poblados de Chiapas. Estos órganos de autogestión de la sociedad civil se denominan "caracoles de buen gobierno" y están formados por civiles, a la vez viejos y jóvenes, que tienen la edad de la revolución neozapatista. "Los soldados", dicen los zapatistas, "no deben dirigir la sociedad". Los caracoles funcionan por comisiones temáticas y organizan la vida diaria de los habitantes. No son elegidos, sino designados por las asambleas de los poblados y sus miembros pueden ser destituidos de su cargo y reemplazados en cualquier momento, en virtud de un principio que sólo se ha aplicado una vez con anterioridad en la historia del movimiento revolucionario moderno, en la Comuna de París, durante la primavera de 1870.
Resurrección de Gramsci
Si fuese necesario buscarle una filiación al movimiento zapatista en la historia del marxismo, sería necesario referirse al italiano Antonio Gramsci. Este culto intelectual sardo creó al final de la Primera Guerra Mundial el movimiento "Ordine Nuovo" (Orden Nuevo) en Turín, la capital industrial y obrera del reino de Italia. Fue el primer jefe del Partido Comunista Italiano, fundado en 1921. En el informe que presentó ante la Internacional Comunista en Moscú sobre el movimiento huelguístico de los obreros turinenses en 1920, que ocuparon sus fábricas y crearon consejos de fábrica, Gramsci intentó cortésmente explicar a los funcionarios rusos y alemanes de la Internacional -que se quedaron desconcertados y no entendieron el mensaje- que en Italia, a diferencia de otros países, no era el partido quien mandaba en las masas, sino las masas las que mandaban en el partido. Fue también Antonio Gramsci quien forjó un concepto decisivo, el del "intelectual orgánico". Contrariamente a Lenin, que inspirándose en Plekhanov veía al intelectual como un personaje exterior a la clase obrera, a la que le aportaba la "conciencia" desde arriba, Gramsci desarrolló la noción de un intelectual colectivo, totalmente integrado en las clases populares, con la que compartía su saber y sus tradiciones. Pero Gramsci no tuvo tiempo de poner en práctica sus ideas. Encarcelado bajo el régimen de Mussolini, murió en una prisión fascista. El fiscal que exigió su condena declaró en el juicio: "Hay que impedir que este hombre piense durante veinte años".
Marcos, el bien guiado
El prototipo vivo y real de ese "intelectual orgánico" que Gramsci no pudo personificar es Marcos. Este hombre de menos de cincuenta años, que ha pasado veintidós en la selva, supo devolverle al pueblo, utilizando para ello los medios de comunicación modernos y posmodernos, la palabra de los mayas, los "hombres verdaderos", su voz, su visión del mundo, sus aspiraciones, y lo hizo con un lenguaje literario, humorístico y percutiente, convirtiéndose así en el enlace entre los indios marginados y la sociedad civil global. Sin duda no se debe al azar si tantos militantes italianos contra la globalización neoliberal viajan sin interrupción a Chiapas. ¿Acaso no se sienten atraídos por el personaje gramsciano aparecido entre los mayas, el fumador de pipa pleno de humor, el escritor cultivado y armado cuyo rostro permanece oculto tras un pasamontañas?
Pero ¿qué es lo quieren los zapatistas? Su revolución, está bien claro, no quiere "cambiar al hombre" para construir "el hombre nuevo" tan caro a los bolcheviques y a todos los comunistas, cuyo sueño se transformó en pesadilla desde Moscú a Pyong Yang, pasando por Pekín, Tirana, Belgrado y Bucarest. Y si bien son solidarios con el pueblo cubano, sometido al embargo usamericano desde hace más de cuarenta años, no por ello han dejado de tomar distancias con Fidel, a quien Marcos ha apodado con afectuosa ironía... ¡Schwarzenegger!
Frente a la globalización capitalista que tiende a aplastar todo lo que se opone a la transformación del mundo y de los hombres en mercancías sometidas a las leyes del mercado, a instaurar un modelo único de producción, de consumo, de pensamiento y de cultura, los zapatistas son al mismo tiempo auténticos ecologistas, pues luchan por preservar la diversidad biológica y natural, y también auténticos antiglobalizadores, pues luchan para desfacer el entuerto del mundo preservando su diversidad cultural.
¿Y si Marcos, portavoz e "intelectual orgánico" de los "hombres verdaderos", fuese el Mehdi? ¿O, por lo menos, el subMehdi? Recordemos, para concluir, que el Mehdi, contrariamente a lo que creen los musulmanes mal informados, no es el guía, sino el bien guiado, un hombre cuyas habilidades de jefe le vienen de su capacidad de estar a la escucha tanto del Cielo como de la Tierra, de su Dios como de los hombres, un hombre que no toma sus deseos y sus fantasmas por la realidad, un hombre ajeno a toda sed de poder.
http://www.lafogatadigital.com.ar/zapatismo/zapa.8.3.htm
"Hoy nos encontramos en una nueva fase de la humanidad. Todos estamos regresando a nuestra casa común, la Tierra: los pueblos, las sociedades, las culturas y las religiones. Intercambiando experiencias y valores, todos nos enriquecemos y nos completamos mutuamente. (…)
(...) Vamos a reír, a llorar y a aprender. Aprender especialmente cómo casar Cielo y Tierra, es decir, cómo combinar lo cotidiano con lo sorprendente, la inmanencia opaca de los días con la trascendencia radiante del espíritu, la vida en plena libertad con la muerte simbolizada como un unirse a los antepasados, la felicidad discreta de este mundo con la gran promesa de la eternidad. Y al final habremos descubierto mil razones para vivir más y mejor, todos juntos, como una gran familia, en la misma Aldea Común, bella y generosa, el planeta Tierra."
Leonardo Boff, Casamento entre o céu e a terra. Salamandra, Rio de Janeiro, 2001.pg09
Hacia un Socialismo Nuevo La Utopía continúa
¿Qué cambios hemos experimentado en función de las lecciones que nos ha dado la historia? ¿Qué actitudes, qué acciones son de esperar hoy de una militancia socialista? Nadie nace socialista, el socialista se hace. Personalmente y comunitariamente. Hay valores referenciales, eso sí, que son columnas maestras del socialismo nuevo: la dignidad humana, la igualdad social, la libertad, la corresponsabilidad, la participación, la garantía de alimento, salud, educación, vivienda, trabajo, la ecología integral, la propiedad relativizada porque sobre ella pesa una hipoteca social.
Pedro CASALDÁLIGA
Para probar si sos human@
UTOPÍAS
Cómo voy a creer / dijo el fulano
que el mundo se quedó sin utopíascómo voy a creer
que la esperanza es un olvido
o que el placer una tristezacómo voy a creer / dijo el fulano
que el universo es una ruina
aunque lo sea
o que la muerte es el silencio
aunque lo seacómo voy a creer
que el horizonte es la frontera
que el mar es nadie
que la noche es nadacómo voy a creer / dijo el fulano
que tu cuerpo / mengana
no es algo más de lo que palpo
o que tu amor
ese remoto amor que me destinas
no es el desnudo de tus ojos
la parsimonia de tus manos
cómo voy a creer / mengana austral
que sos tan sólo lo que miro
acaricio o penetrocómo voy a creer / dijo el fulano
que la útopia ya no existe
si vos / mengana dulce
osada / eterna
si vos / sos mi utopía
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Escrito por "Mario Benedetti"
Tomado de "Praxis del fulano" del libro "Las soledades de babel"
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