Un lugar para compartir ideas y acciones en la construcción de ese Mundo Mejor que Es Posible. Desafiar el pensamiento único, animarnos a imaginar y hacer, plural, solidaria y colectivamente.
jueves, 19 de febrero de 2009
viernes, 13 de febrero de 2009
El nuevo mundo
Foto: Veintitrés
(Desde Belem do Pará, Brasil)
Una alemana y un noruego posan desnudos frente a una bandera que promueve el eco-porn con lisérgicos motivos propios del muy sesentista flower power. A sus espaldas, en un camping desordenado, eternamente embarrado por la rutinaria lluvia amazónica, duermen más de 15 mil jóvenes de todo el mundo. Cuelgan varias banderas partidarias acompañadas de sus respectivos paños militantes, repletos de libros de las más diversas tendencias; desde el marxismo ortodoxo, pasando por el autonomismo radical y el anarquismo libertario. Del otro lado de la ruta que atraviesa todo el predio de la Universidad Federal Rural de la Amazonía (UFRA) es todo exuberancia verde. Tanto, que sobre un alambre un cartel advierte en portugués e inglés: "Zona de riesgo, animales ponzoñosos".
Avanza una estridente movilización a favor de la legalización de la marihuana, desfilan indígenas de todo el continente, una muchacha con un megáfono convoca a una foto faraónica que escriba para los aviones "SOS AMAZONIAS", varios grupos ofrecen "abrazos gratis, libres de impuestos", no hay policías, sino bomberos. Todo esto, superpuesto, sucede en la novena edición del Foro Social Mundial, que entre el 27 de enero y el 1 de febrero reunió a más de 133 mil asistentes en Belem do Pará, en la puerta nororiental brasileña del Amazonas. Desde sus inicios en 2001, el foro convocó a todo el abanico altermundista, opositor visceral al por entonces pujante neoliberalismo. La consigna era tan clara como simple: "Otro mundo es posible".
De allí no salían plataformas políticas ni programas de acción concretos. Tanto, que hasta en su carta fundacional el FSM se define a sí mismo como un espacio "no deliberativo ni resolutivo". El objetivo era que, en un momento internacional de repliegue de las izquierdas, la "sociedad civil mundial" se expresara. El enemigo simbólico, el Foro Económico de Davos, que año tras año se desarrolla en el sofisticado centro de esquí suizo y que esta vez volvió a respaldar el libre comercio y se manifestó abiertamente en contra de una vuelta al "exceso de regulación" de los años '70. La coyuntura obligaba a otros escenarios. La crisis financiera internacional, sumada al silencio de las izquierdas y al ascenso de gobiernos progresistas en la región, demandaba otro tipo de debates. Ya no alcanzaban los puños en alto y las consignas grandilocuentes para dar la batalla.
200 años no es nada
Imagen: Newsweek 10-02-2009
M
uy cerca de la frontera con Gales, sobresale una ciudad repleta de edificios estilo Tudor. No es el histórico aire medieval de Shrewsbury, ni las preciosas flores que cultivan sus habitantes, lo que atrae por estos días la mirada de todo el mundo. Allí nació, el 12 de febrero de 1809 Charles "Bobby" Darwin. Aquí, allá y en todas partes se festejan los 200 años del hombre que cambió para siempre nuestra manera de entender la vida y nuestro lugar entre los animales. Las celebraciones están teñidas de colores vívidos no sólo por la vigencia de las ideas de Charles Darwin, sino también por la oposición que siguen generando en todo el mundo.
Dos libros pueden reclamar el calificativo de "revolucionarios" en la historia de la humanidad. Uno es el best-seller absoluto de los últimos dos milenios: la "Biblia". El otro se ubica en sus antípodas: "El origen de las especies" se publicó hace 150 años, vendió su primera tirada en un día y desterró la necesidad de recurrir a un ser sobrenatural para explicar el origen del mundo y sus habitantes.
Si el primer libro tiene una autoría compartida y difusa, en el segundo no queda ninguna duda del copyright. Muy pocos se hubieran atrevido en la época victoriana a nadar tan fervientemente contra la corriente. El propio Darwin se tomó dos décadas para sopesar la teoría antes de publicarla. Y sólo se animó a imprimirla, pensando que cometía el equivalente a un crimen, cuando su colega y amigo Alfred Russell Wallace le advirtió que había llegado a una idea similar y la publicaría. Una vez que el volumen apareció en las librerías, el 22 de noviembre de 1859, ni Charles Darwin ni el mundo fueron los mismos. De inmediato, se formaron dos bandos. Uno a favor de la teoría de la evolución, que reunió a algunas de las mentes más brillantes de su tiempo. Otro en contra, en el que no faltaban científicos amurallados en los ropajes de la religión cristiana.
Mejorada con los aportes de la genética, la teoría de la evolución constituye hoy el paradigma de la biología. Sin embargo, todavía hay voces que se levantan en su contra desde los templos y también desde algunas escuelas y ciertos gobiernos.
No se reconoce lo suficiente el impacto de las ideas del naturalista inglés. "Darwin provocó la revolución antropológica, cultural e ideológica más profunda y amplia derivada de una teoría científica en toda la historia", asegura Héctor Palma, doctor en filosofía de la ciencia. Según el Secretario de Investigaciones de la Universidad Nacional de San Martín, al eliminar la idea del hombre hecho a imagen y semejanza del creador como culminación de la creación y con un lugar privilegiado en el mundo, Darwin se ganó el odio de los ortodoxos religiosos.
Pero los científicos lo adoran como a un santo patrono, con perdón de la metáfora. Y nadie duda de que Darwin dejó una huella formidable en nuestra forma de pensar el mundo moderno.
Muerto Darwin, viva Darwin
Lee la nota completa en Newsweek
martes, 10 de febrero de 2009
Rahm Emanuel
Fidel Castro Ruz
"Hoy nos encontramos en una nueva fase de la humanidad. Todos estamos regresando a nuestra casa común, la Tierra: los pueblos, las sociedades, las culturas y las religiones. Intercambiando experiencias y valores, todos nos enriquecemos y nos completamos mutuamente. (…)
(...) Vamos a reír, a llorar y a aprender. Aprender especialmente cómo casar Cielo y Tierra, es decir, cómo combinar lo cotidiano con lo sorprendente, la inmanencia opaca de los días con la trascendencia radiante del espíritu, la vida en plena libertad con la muerte simbolizada como un unirse a los antepasados, la felicidad discreta de este mundo con la gran promesa de la eternidad. Y al final habremos descubierto mil razones para vivir más y mejor, todos juntos, como una gran familia, en la misma Aldea Común, bella y generosa, el planeta Tierra."
Leonardo Boff, Casamento entre o céu e a terra. Salamandra, Rio de Janeiro, 2001.pg09
Hacia un Socialismo Nuevo La Utopía continúa
¿Qué cambios hemos experimentado en función de las lecciones que nos ha dado la historia? ¿Qué actitudes, qué acciones son de esperar hoy de una militancia socialista? Nadie nace socialista, el socialista se hace. Personalmente y comunitariamente. Hay valores referenciales, eso sí, que son columnas maestras del socialismo nuevo: la dignidad humana, la igualdad social, la libertad, la corresponsabilidad, la participación, la garantía de alimento, salud, educación, vivienda, trabajo, la ecología integral, la propiedad relativizada porque sobre ella pesa una hipoteca social.
Pedro CASALDÁLIGA
Para probar si sos human@
UTOPÍAS
Cómo voy a creer / dijo el fulano
que el mundo se quedó sin utopíascómo voy a creer
que la esperanza es un olvido
o que el placer una tristezacómo voy a creer / dijo el fulano
que el universo es una ruina
aunque lo sea
o que la muerte es el silencio
aunque lo seacómo voy a creer
que el horizonte es la frontera
que el mar es nadie
que la noche es nadacómo voy a creer / dijo el fulano
que tu cuerpo / mengana
no es algo más de lo que palpo
o que tu amor
ese remoto amor que me destinas
no es el desnudo de tus ojos
la parsimonia de tus manos
cómo voy a creer / mengana austral
que sos tan sólo lo que miro
acaricio o penetrocómo voy a creer / dijo el fulano
que la útopia ya no existe
si vos / mengana dulce
osada / eterna
si vos / sos mi utopía
___________________________________________
Escrito por "Mario Benedetti"
Tomado de "Praxis del fulano" del libro "Las soledades de babel"