
Se terminó el 2006, y ya estamos en marcha en un nuevo año.
Con el que pasó, también se fué Pinochet, mientras Fidel resiste. Lo condenaron y ejecutaron en la horca a Saddam Hussein, pero el pueblo de Brasil reeligió a Lula de Silva y el de Venezuela reafirmó su desición de avanzar con la revolución Bolivariana.
Ecuador se sumó a la senda que vienen abriendo los demás paises latinoamericanos, con Nicaragua que reencontró en Daniel Ortega otro espacio para la esperanza. Bolivia las lleva duras con Evo Morales mientras intenta consolidar la aplicación de cambios que no pueden esperar demasiado. Chile con Bachelet desnuda las contradicciones del modelo de "progresismo posible" que dejaron como herencia los súbditos de "la sombra".
Argentina reafirma su discurso de derechos humanos, pero tropieza cada vez que intenta cuestionar el modo de reparto de la riqueza y la cuestión distributiva comienza a instalarse en la agenda política de la campaña que este año definirá quién quedará al frente de una nueva etapa institucional.
El 2007 muestra en sus primeros días las consecuencias del calentamiento global y se anticipa que será el mas caluroso de los ultimos años. La conciencia ambiental deberá hacer un largo camino para cerrar los atajos de la irracionalidad depredatoria de los voraces grupos económicos y sus aliados locales.
El fantasma del hambre y de las guerras nucleares ha cedido ante la conciencia de la fragilidad del planeta.
Parece increíble, estamos a 7 años del 2000 y contando...
Será tal vez que la humanidad se alimenta de las grandes tragedias futuras, para ir definiendo su presente. O también es posible que de esa visión apocalíptica surjan cada día mejores previsiones a para tomar nuevas decisiones.
Bienvenidos al 2007!!!