domingo, 29 de junio de 2008

Salvador Allende - De Frei Betto

AmericaLatina

Frei Betto

Para: Compañeros y compañeras

Estimados: He sabido que ustedes están preparando celebraciones por los cien años de mi nacimiento. Si estuviera entre ustedes, el Che Guevara en junio cumpliría 80 años. Además, le he acompañado en sus merecidos homenajes en el sitio www.che80.co.cu .

Ustedes deben saber que desde la década de 1970 soy un aficionado a la informática. Fui el primer presidente de América Latina en adoptarla. Gracias a un voluminoso computador y a una red de máquinas de telex -el proyecto Cybersyn- mi gobierno manejaba la economía de Chile. Ahora quizás el Internet les ayude a entender mejor la comunicación entre las vidas terrestre y eterna. Desde aquí veo la emisión y al emisor. Desde ahí ustedes ven la emisión, no el emisor. Y todo en tiempo real, lo cual desafía la incredulidad de muchos…

Converso con frecuencia con Perón, Jango y Arbenz sobre nuestros gobiernos. No estábamos preparados para implantar el socialismo por decreto. Intentamos poner un remiendo nuevo en un paño viejo, observó el otro día San Pedro al lamentar, en una pesca, el fracaso de la Unidad Popular. Hizo bien Fidel, acotó Bolívar, que movilizó al pueblo y cambió la naturaleza y el carácter del Estado. Nuestra falla, opinó Paulo Freire (es muy animador convivir en la eternidad con toda esta gente), fue no haber hecho un intenso trabajo de formación y organización popular. Había algo de mesiánico en aquella izquierda de los años 60 que se constituía en "vanguardia del proletariado". Sólo olvidamos decirle al proletariado que él 1) era una clase teóricamente revolucionaria; 2) tenía una vanguardia dispuesta a llevarlo al socialismo.

En esa brecha las fuerzas burguesas y conservadoras lograron abrir un foso entre la izquierda y el pueblo. Aquellos que en la Tierra ya pasaron de la edad media y hoy tienen cabellos blancos se acuerdan de que algunos de nosotros cometían la tontería de asociar izquierdismo y ateísmo en un continente en que hasta la cordillera de los Andes se reconoce como Pacha Mama. ¿Cómo hacer política popular en México sin la bendición de la Señora de Guadalupe?

En un mundo bipolar, calentado por la Guerra Fría, no había espacio para transiciones democráticas. Por eso no hubo dificultad para que el fantasma del comunismo asustara mentes y corazones. Como no había bases populares concientizadas y organizadas, las condiciones objetivas, piensa Lenin, no se sumaron a las subjetivas. Y eso facilitó la secuencia de golpes militares que ahogaron América del Sur en el período más sombrío de su historia, sólo comparable a los primeros años de la colonización ibérica, cuando los pueblos indígenas fueron masacrados. Marx comentó conmigo que en los años 70 sólo no hubo golpe en los Estados Unidos, porque en Washington no hay embajada usamericana…

No evité la dictadura de Pinochet (además puedo asegurar que él no se encuentra aquí con nosotros; no sé qué habrá sido de él), pero salvé mí coherencia de vida y de principios. No me arrepiento de haber luchado hasta el fin. Un militante de izquierda, insiste el Che, puede perderlo todo, incluso la vida, menos la moral.

El ciclo de las dictaduras militares atrasó en todos los sentidos el proceso civilizatorio de nuestros países. Ni desde el punto de vista capitalista tuvo éxito. Erigió la corrupción como intrínseca a la acción política del Estado, endeudó a nuestros países y desencadenó inflaciones enormes. Sin hablar de las atrocidades cometidas.

Acabadas las dictaduras vino el ciclo de los gobiernos neoliberales, con los mismos dueños del poder, ahora disfrazados de demócratas. Y nuestros países fueron gobernados por figuras siniestras y corruptas como Collor en Brasil, Menem en Argentina, Fujimori en Perú, Carlos Andrés Pérez en Venezuela…

Ahora se inaugura el tercer ciclo de estas últimas décadas: el democrático-popular. Miro con alegría y optimismo los gobiernos de Chávez, Lula, Morales, Correa y Lugo. La elección de Ortega en Nicaragua y la prometedora transición de poder en Cuba, rumbo al perfeccionamiento del socialismo, son también indicios de esa Primavera Democrática que florece en gran parte de América Latina, repudiando el Alca y estrechando lazos de solidaridad entre nuestros pueblos a través del Alba, del Mercosur, de la UnaSur de la Telesur, etc.

Lo bueno de vivir en la eternidad es que desde aquí se observa mejor lo que pasa en la Tierra. No sólo los agujeros en la capa de ozono, sino también los que ponen en peligro este nuevo ciclo. Desde la altura de mis 100 años debo alertar a esos nuevos gobernantes -elegidos para llevar a cabo cambios estructurales- que ésta es una oportunidad única para hacerlo por la vía democrática y pacifica. Por lo cual, en la relación entre gobernante y gobernados no cometan el error de confiar sólo en las instituciones vigentes, como el parlamento. Maquiavelo me recuerda que estar en el gobierno no coincide necesariamente con estar en el poder. ¡Y yo que lo diga! Asegurar la gobernabilidad dando preferencia al parlamento es correr el riesgo de tornarse rehén de partidos acostumbrados a sobrevivir políticamente a la sombra del Ejecutivo, pero sin la menor sintonía con nuestro propósito de construir el socialismo a largo plazo.

Si pretenden escapar de ese peligro, aseguren la gobernabilidad también con el apoyo y movilización de movimientos sociales organizados en barrios, iglesias, sectores de trabajo. Fortalezcan los sindicatos combativos, el movimiento estudiantil, las ONGs confiables. Apóyense en los sintierra y sintecho; en los movimientos indígenas, negros, de género y de derechos humanos. Cuanto más organizada esté la sociedad civil, más empoderamiento popular habrá. Éste es el camino para la democracia participativa.

Apóyense en partidos ideológicamente consistentes (traten de crearlos, en caso de que no existan), desarrollen un intenso trabajo de formación de militancia, no cometan el grave equívoco de, confiando en su propio carisma, ceder a la tentación del neocaudillismo y suprimir las mediaciones institucionales entre gobernante y gobernados. Sepan que los pobres no se contentan con discursos sectarios, sino con la conquista de derechos elementales, como alimentación, salud y educación. No basta con asegurarles, a través de políticas compensatorias, un ingreso que los libre de la miseria. Es necesario adoptar políticas emancipatorias, de modo que tengan acceso a los medios de producción, como la tierra, y puedan generar su propio ingreso, sin permanecer dependientes del Estado.

No confundan, como hicieron muchos de mi generación, el tiempo personal con el tiempo histórico. Aunque no participen en la cosecha, estén dispuestos a morir como semillas. Pongan las condiciones adecuadas para que América Latina se libre de la ingerencia de la Casa Blanca y de las oscilaciones económicas de los países metropolitanos. Infundan en el pueblo, sin caer en la xenofobia, un profundo sentimiento de soberanía e independencia.

Pongan en la agenda los grandes temas de la coyuntura internacional. Gandhi está escandalizado con el hecho de discutir tanto sobre la producción de etanol, alimento para 800 millones de vehículos automotores, sin que se discuta cómo nutrir a 854 millones de personas en situación de desnutrición crónica, ni una alternativa a este modelo individualista que insiste en definir al ser humanos como un animal dotado de seis piernas…

Tomen en sus manos la bandera de la preservación del medio ambiente, que sensibiliza a pobres y ricos. Impidan que la Amazonía sea devastada por madereros, cazadores, mineros, acaparadores y latifundistas. Protejan los derechos indígenas, atrévanse a promover la reforma agraria, inviertan abundantemente en educación y salud de calidad.

Conmemoren mis 100 años con la mirada en el futuro, convencidos de que el socialismo es el nombre político del amor.

¡Ánimo!

Desde la Tierra sin males,

Salvador Allende

- Frei Betto es escritor, autor de "La mosca azul. Reflexión sobre el poder", entre otros libros.

Traducción de J.L.Burguet http://alainet.org/active/24910

sábado, 28 de junio de 2008

Tomarse el tiempo para pensar en nosotros, ahora y en el futuro...


Para eso precisamente este material excepcional que acercó mi compa de radio municipal César.

Es importante tener paciencia y sentarse a verlo completo, especialmente ver el final y abrir la puerta al debate y la reflexión, que además es el primer paso necesario para la verdadera acción...

Después preguntarnos de nuevo. ¿Ambientalistas o Ciudadanos?

DE DONDE VIENEN LAS COSAS:


domingo, 22 de junio de 2008

El Norte es el que ordena...



WeatherWhys (R):
Dice AccuWeather: La temporada de verano se define por el viaje de la Tierra alrededor del Sol.


Summer begins when the direct rays are on the Tropic of Cancer.

El verano comienza cuando los rayos directos se encuentran en el trópico de Cáncer.


In the weeks that follow, the direct rays migrate southward because of the tilt of the Earth's axis and the Earth's orbital path.

En las semanas que siguen, los rayos directos emigran hacia el sur a causa de la inclinación del eje de la Tierra y la órbita-
camino de la Tierra .

Summer ends and autumn begins when the direct rays of the sun fall on the equator.
El verano termina y el otoño comienza cuando los rayos directos del sol caen sobre el ecuador


Y llegará la primavera al Sur!!!

martes, 17 de junio de 2008

Ëramos pocos...

Aquí están, estos son. La gente de la Bolsa de Londres llegó al país para contar beneficios de cotizar en Londres. Y de paso, decir qué se piensa de la Argentina en el "mundo exterior"

 

 

SEGúN GRAHAM DALLAS, PRESIDENTE DE LA BOLSA DE LONDRES PARA AMÉRICA

 

"Para nosotros, la Argentina es la Arabia Saudita de los agro-alimentos"

 

 

JULIÁN GUARINO Buenos Aires EL CRONISTA COMERCIAL

 

Pasa de vez en cuando. Viene alguien del "mundo exterior", una persona importante, digamos el presidente de la Bolsa de Londres para la región, y después de hacer 12.000 kilómetros a 10.000 metros de altura se sienta con un periodista algo calvo pero de muy buena impronta y le lanza una de esas definiciones que seguramente hacen las delicias de los sibaritas de lo insólito, de los Fabio Zerpa del optimismo. Después, en la misma tónica, desgrana que en los mercados financieros más desarrollados del mundo, la visión que se tiene de la Argentina –inexorable y afortunadamente ubicada dentro de Latinoamérica– es la de uno de los países que, en forma singular y enmarcada en la región, se encuentra en el selecto grupo que promete las mayores tasas de crecimiento junto con algunos de Asia y Europa del Este para los próximos cinco años.

 

En la entrevista no hay quórum para hablar del conflicto con el campo que le quita el sueño a la mitad más uno del país, pero a cambio –al final de cuentas vivimos en una sociedad mercantilista– entrega una visión infrecuente y de mediano plazo, de que cualquier conflicto es, sin menospreciarlo, apenas una nota al pie en la historia de los países.

 

La frase del título, la que habla sobre "la Arabia Saudita de los agro-alimentos", fue una respuesta a una pregunta sobre si detrás de la llegada de la Bolsa de Londres –virtualmente a la caza de empresas argentinas–, había una visión estratégica, más ligada a un movimiento prospectivo que le sirva a Londres de ligazón con las fuentes de recursos primarios, que puntualmente con compañías de bandera argentina.

 

En parte sí– respondió Graham Dallas– pero se trata no sólo de una visión estratégica y de largo plazo de la Bolsa, sino de la comunidad de inversores de todo el mundo que representa nuestra Bolsa, que han visto en la Argentina el germen para que muchas empresas que necesitan capital donde el grueso está ligada o se nutre de lo agropecuario, puedan crecer tanto como se espera. Para nosotros, Argentina es la Arabia Saudita de los agro-alimentos.

 

–La suba extraordinaria de los precios internacionales ayuda...

 

–Hemos tenido un ciclo de 4 años donde los precios de los metales, la energía y ahora los commodities agrícolas han registrado precios enormes. Esto ha generado la aparición de compañías con muchísimo potencial y, además, con un agregado: no hay grandes compañías que nucleen la producción. Se trata de miles y miles de pequeñas y medianas empresas.

 

–¿Por qué una empresa argentina querría cotizar en Londres?

 

–Creo que durante mucho tiempo las compañías de la Argentina no han tenido suficiente acceso al capital y, por lo tanto a la financiación. Y cotizarlas sería una forma de incrementar la oportunidad de conseguir recursos y para las cotizantes, una forma de elevar el precio de la acción por la mayor liquidez.

 

–Para la comunidad empresaria local a la hora de cotizar papeles Nueva York es la meca...

 

–Esa es una visión que queremos cambiar. Hay que tener en cuenta que Nueva York es una plaza mucho más rígida, donde el mercado creció atendiendo a sus necesidades domésticas de financiamiento. En Londres, en cambio, se creció pero con una actitud y filosofía que se nutrió de empresas internacionales que vinieron a buscar capital. Nuestro entorno es más flexible.

 

–Entonces, ¿no es mejor para el inversor minorista comprar acciones de una empresa que cotiza en Nueva York?

 

–No. Uno puede medir, manejar y hasta ponerle un precio al riesgo. Pero no se puede eliminarlo con regulaciones. Si no gusta el riesgo, no hay que invertir en acciones.

Es la democracia, estúpidos

Por Mempo Giardinelli

La llamada "crisis del campo", lejos de resolverse luego del último, mesurado discurso de la Presidenta, parece deslizarse por senderos peligrosos para la República.

Ya el país sabe que fue mentira el enfrentamiento entre dos "partes". Hoy todos sabemos que "el campo" es, en realidad, un sector de empresarios rurales que protestan porque van a ganar menos de lo que tenían pensado. Y todos sabemos, también, que el Gobierno metió la pata, no la sacó a tiempo y sigue confundido.

Pero lo que no parece claro –y hay que evidenciar– es que lo que este conflicto puede estar esmerilando, y muy velozmente, es a la democracia misma.

No importa si la sociedad argentina se merece esto o no. Tampoco importa tanto tal o cual retención, o si el malo de la película es Néstor o es Cristina.

Acá y ahora el debate profundo es si llegamos al final de un ciclo de 25 años de democracia imperfecta y volvemos para atrás; o si mejoramos las instituciones de la Constitución Nacional para avanzar hacia una democracia más justa, eficiente y distributiva.

Hay gente humilde que repite consignas vacías porque creen creer lo que les dicen la radio, la tele y los grandes diarios. Hay los que fueron tocados en sus intereses y hay un fuerte resentimiento en otros cuya situación económica no lo justificaría. Y hay, incluso, personas con largas trayectorias progresistas en posiciones inesperadamente retrógradas.

Todos buena gente, acaso lanzados sin saberlo contra la democracia. A la que culpan de todo cuando dicen que "esto no es una democracia". A partir de esa negación, avalan un insurreccionalismo suicida como el que ha instalado astutamente el PCR, montado a caballo de la ingenuidad política de muchos y del cretinismo de otros.

Esa confusión es gravísima, porque ignora o niega que una cosa es la democracia y otra son los malos gobiernos.

Uno puede tirar la bronca contra este o aquel gobierno, o contra todos, pero eso es criticar una gestión. Que se puede cambiar. Todo puede cambiarse dentro de la Constitución y la ley. Precisamente por eso la democracia nunca es culpable y, al contrario, es la mejor garantía de cambio.

Parece mentira tener que recordar que la democracia es la lenta construcción de convivencia que venimos haciendo desde el '83 y que hoy nos permite mantener la serenidad, tolerando la mentira contumaz que fluye del dial y de la tele, hoy repertorio de lugares comunes, editorialización disfrazada de información y censura de las ideas diferentes.

Más allá de matices, intereses corporativos o razones económicas, lo que el sector rural está haciendo desde hace tres meses es minar las bases de esa convivencia. Acaso la mayoría de ellos no lo ve, o no lo quiere ver, pero es la democracia la que está siendo esmerilada. Por eso huelgan todas las comparaciones con piquetes y piqueteros anteriores.

Con el espejismo de un dizque "nuevo federalismo" claramente anticonstitucional, y con la renovada demonización del "Estado" que para ellos encarna el matrimonio K, enormes porciones de las clases medias y altas se tragaron la masita envenenada de "campo versus Gobierno" y con eso revivieron lo peor de la Argentina: la polarización de posiciones. La vida nacional en blanco y negro.

Algunas entidades de elite, los pools sojeros, el capital más concentrado de la agroganadería, incluso sectores protegidos dentro del mismo Gobierno K, junto a prácticas periodísticas abyectas, están carcomiendo la democracia.

Generan desaliento, liman la confianza en las instituciones, instalan la idea de caos, descontrol y "desgobierno". Todo eso que antaño precedía a los golpes militares.

En entusiasta coro anuncian que se acabó el crecimiento; que la inflación nos fagocita; que la economía se desmorona; que las encuestas "muestran" el desprecio popular hacia los K y así siguiendo.

Incluso proclaman un desabastecimiento que ha de estar sólo en Buenos Aires –es hora de que se enteren– porque aquí en el Chaco, mientras escribo esta nota, no hay desabastecimiento de nada. Supermercados, carnicerías, verdulerías, almacenes y ferias de barrio están como siempre. La semana pasada vi lo mismo en Santiago del Estero y en Tucumán, Córdoba y Rafaela.. Y anoche en Corrientes. Debemos ser marcianos entre góndolas llenas.

Tal como hicieron todos los golpes de Estado, operan sobre las clases medias. Atemorizan, amenazan, golpean. Así es como golpean. Confundiendo, golpean. Gritando como el desaforado señor De Angeli. Y mezclándolo todo: resucitados chinoístas con caceroleros de Barrio Norte; insurreccionalistas atrasados un siglo junto a la vieja oligarquía terrateniente; paisanos con gente paqueta de Barrio Norte; la correntina Pando con represores retirados de Recoleta. Todos exaltados y con escarapela.

Y con ellos, muchos chacareros verdadera y sinceramente afectados, pero con el libreto escrito por discípulos de Neustadt y Grondona.

Biblia y calefón, mondongo con dulce de leche, lo que se oculta es la soja transgénica que en casi todo el mundo se prohíbe pero aquí protegen todos, incluso el Gobierno. Y que arruina la tierra porque glifosato mata humus, y con eso no hay tutía. En Europa no se permite ni un metro cuadrado de transgénicos (salvo experimentales) y Francia acaba de cerrar incluso la importación. Pero de eso acá ni se habla y por eso es imperativo desnudar las tramas mentirosas que hoy difunden incluso los más inteligentes colegas, devenidos verdaderos dirigentes opositores.

En cuanto al Gobierno –al que voté y sin embargo cuestiono cada vez más por su torpeza y poca transparencia– se trata de defender la terminación de su mandato en 2011, para que sea sustituido, si ésa es su voluntad, por los votos del soberano. Y federalismo sí, claro, pero no más con "puebladas" inducidas.

Por eso es también un peligro que el Gobierno no reaccione. Su propia incongruencia le extravía el buen juicio y por eso no sabe ofrecerle a la sociedad una rápida salida a la emergencia; ni propone una reforma agraria surgida de un sano debate nacional como el que debe hacerse sobre retenciones, radio y televisión y derecho a la información. Por eso está el Congreso semicongelado; por eso mienten estúpidamente el índice inflacionario; y por eso junto a ministros y funcionarios que son de lujo se apuntalan otros que debieran ser corridos, por corruptos o por ineptos.

Lo peor de la Argentina ha vuelto. Junto a genuinos y heroicos chacareros, y desplazado ya el campesinado más pobre, los monstruos del pasado operan travestidos (con perdón de los travestis) en ruidoso montón.

Sólo que como esta vez se topan con una sociedad que hizo culto de la memoria, veremos quién gana. Porque en esto sí hay dos sectores: los demócratas y los "destituyentes", como se dice ahora, conscientes o no.

miércoles, 11 de junio de 2008

"No hay que endiosar al Che Guevara"

ENTREVISTA CON ALBERTO GRANADO, QUE RECUERDA A SU AMIGO Y ANALIZA LA CUBA DE HOY

El hombre que emprendió con el Che, en los años '50, aquel viaje iniciático por Latinoamérica, rescata con gran lucidez anécdotas y detalles del revolucionario. También habla de Fidel, de Perón y de los gustos literarios de Guevara.

EN PAGINA 12 Por Silvina Friera

A los 85 años, Alberto Granado camina despacio, con pasos cortos, pero firmes. Avanza, seguro y ligerito, de la habitación del hotel hasta el ascensor sin acordarse del bastón de madera, hasta que lo pide como quien de pronto se da cuenta de que le falta algo, como si fuera un estorbo o un mal necesario que acepta a regañadientes. Tiene una picardía expansiva y contagiosa en la mirada. Y en su sonrisa. Las huellas de la vida, en su rostro, producen un contrapunto entre la emoción y el respeto, pero cuando habla nunca comete el pecado de la solemnidad, palabra que, seguramente, debe haber expurgado de su diccionario, cuando decidió emprender, a fines de 1951, aquel viaje iniciático por Latinoamérica con su amigo Ernesto Guevara, a bordo de la Poderosa II, una vieja moto de Granado, "fiel compañera de giras por pampas y montañas". Cordobés inquieto, "un gitano sedentario", como lo definía el Che, que reside en Cuba desde 1960, de acento más aporteñado que cubanizado, le brillan más los ojitos cuando recuerda al Fúser –apócope de Furibundo Guevara de la Serna, por su tenacidad y falta de temor en el juego del rugby– o al Pelao –apodo que tenía antes de que lo conociera, de cuando se cortó el pelo al rape–, como le decía al Che. Granado llegó a la Argentina para presentar Con el Che por Sudamérica (editado por Marea por primera vez en el país), libro en el que se basó la película Diarios de motocicleta, de Walter Salles, y para participar de las celebraciones por el 80º aniversario del nacimiento del Che, que se realizarán en Rosario, el próximo sábado y en distintas ciudades del país (ver aparte).

Mientras aferra con una mano el bastón, Granado rechaza la mitificación de la figura del Che. "Creo que como no hay muchos ejemplos, la imagen de ese hombre joven, fuerte, que abandona la comodidad de su ministerio y deja a su familia para seguir un ideal, provoca que la gente tienda a transformarlo en un ser sin defectos y lleno de virtudes. A medida que vemos cómo la globalización va aplastando y matando a la gente, la figura del Che, que siguió un camino recto y abandonó lo fácil por lo difícil, se convierte en ejemplo", explica Granado en la entrevista con PáginaI12. "Pero no se puede caer en ese error, no hay que endiosar al Che porque si no se lo termina lavando. Hay muchos Che Guevara, menos brillante que el nuestro, claro, pero que son capaces de luchar y de sacrificarse por un ideal. Hay que evitar que desprendan al Che de la tierra; tiene que ser un hombre de carne y hueso". La amistad entre Guevara y Granado, Mial –-contracción de "mi Alberto"–, como lo llamaba el Che, se inició en 1942. "Yo tenía 20 y el Pelao 14. En esa época era una diferencia de edad enorme, pero siempre fui muy amigo de los jóvenes, me gustaban mucho el deporte (a pesar de mi poco físico) y la lectura. Fue muy fácil coincidir con él en esos gustos. También coincidíamos en las cosas que no nos gustaban. Si algo no nos gustaba, ni teníamos que mirarnos para saber que estábamos en desacuerdo", aclara Granado.

De pronto se acerca al grabador, como poseído por un pensamiento que quiere dejar registrado, subrayado en el énfasis de un tono de voz que aumenta su caudal. "Hay que tratar de hacer lo que hacía el Che: sacrificarse por los otros. Yo siempre digo que mientras haya un niño que está pasando hambre, el capitalismo está fracasando. Hay que seguir luchando para que no haya niños que no tengan qué comer."

–¿Qué significó para usted ese viaje?

–Fue la confirmación práctica de las ideas que tenía antes de viajar: descubrí que había que luchar y no sólo filosofar, que había que pelear contra la discriminación de la mujer, del indio, contra la explotación de los obreros del cobre... Esas cosas se fueron confirmando y agrandando con el tiempo, y con la evidencia de lo que veíamos. Ese viaje me hizo entender que al mundo no solamente había que conocerlo sino cambiarlo.

–¿Cómo impactó esa experiencia en su formación política?

–El viaje me dio un empujón. En ese tiempo yo era crítico de todos: los peronistas no servían porque eran mentirosos, los radicales no servían porque eran oligárquicos, los conservadores no servían porque habían matado a los indios, los comunistas estaban alejados de las masas y los socialistas eran demasiado teóricos (se ríe). El viaje me sirvió para darme cuenta de que había que tomar partido: sos o no sos, no podés estar en contra de todas las banderas. El viaje me ayudó a eso, y también la Revolución Cubana, que fue una gran escuela para mí porque me enseñó a ser útil, a hacer lo que había que hacer y no lo que me gustaba.

–¿Qué defectos del Che descubrió a partir del viaje?

–Era demasiado estricto con la gente. El era estricto también consigo mismo, pero era demasiado duro con los mentirosos y le gustaba un poco burlarse de la gente que era capaz de aparentar lo que no era. Eso se refleja muy bien en la película, cuando el doctor Pesce, en Perú, le pide opinión sobre un libro que había escrito. Ernesto le dijo cosas tan rudas que es hasta doloroso recordarlo... que el libro era malo, que no decía nada nuevo, que no parecía escrito por un científico comunista.

–Usted comienza el viaje cuando gobernaba Perón, a quien cuestionaba desde que era estudiante universitario. ¿Cómo fue evolucionando su visión del peronismo?

–Por mi condición social, por ser hijo de un empleado de ferrocarril, por las cosas que hizo el peronismo en lo social, tendría que haber sido más peronista que antiperonista. Pero era más antiperonista por la lucha contra el nazismo. En aquel tiempo, en Córdoba, donde yo era estudiante, estaban los Tacuara, el ala derecha del peronismo, y veíamos que llegaban los criminales nazis y se instalaban en la Patagonia... Ahora, a cincuenta años o más, puedo decir que había una fuente en el peronismo, que Perón no era sólo un demagogo. El Che no fue tan radicalmente antiperonista como yo. Cuando cayó Perón, en una carta que le escribió a la madre le decía: "tus amigos de la Marina estarán muy contentos...". Pero el Che creía que la caída del peronismo no le convenía mucho al país.

Hay una escena bisagra que Granado atesora en su prodigiosa memoria, como si pudiera reproducir en voz alta la cartografía exacta de ese recorrido con su amigo y compañero de ruta por la Argentina, Chile, Perú, Colombia y Venezuela, que culminó a fines de julio de 1952, cuando el Che regresó a Buenos Aires a dar sus últimas materias de Medicina. "Tengo la imagen de Ernesto alejándose en esa barca del leprosario como el momento en que deja de ser Ernesto para convertirse en el Che, el momento en que deja de ser un médico de personas y pasa a ser un médico de pueblos." Otras anécdotas y recuerdos brotan de las "travesuras" compartidas, de pequeños altercados y puntos de vista disímiles sobre el arte o la literatura. "Al Che le gustaba mucho recitar a Neruda; era el poeta al que más había leído, sobre todo Veinte poemas de amor y una canción desesperada. Ahora recuerdo que discutíamos sobre Almafuerte. El Che decía que Almafuerte era demasiado panfletario, y yo le decía que no, que era un hombre luchador. A él le gustaba mucho Sarmiento, pero a mí no, porque atacaba demasiado al gaucho."

–Cuando estaban en Machu Picchu, usted recuerda que el Che le contestó: "¿Revolución sin tiros? Vos estás loco, Petiso". ¿Qué resonancia tiene esa frase hoy?

–Aquel era un momento en que todo el poder lo tenían los militares, lo tenían la CIA y el Pentágono; desde (Marcos) Pérez Jiménez, en Venezuela, hasta (Carlos) Ibánez, en Chile, en el sur, toda América latina estaba gobernada por militares. Con las mismas armas del capitalismo, ahora se está clareando hacia el socialismo, como pasa con Evo y con Chávez. En ese momento, en 1951, se tomaba el poder con las armas mientras que ahora se busca el poder a través las armas del capitalismo, como diría Ernesto. Fuera del contexto histórico, no se puede aplicar esa respuesta. Soy muy optimista: América latina está dando un paso adelante. Aunque todavía hay peligros en Colombia o el secesionismo en Bolivia, hay que luchar y mantenerse firme. Y si hay que tomar las armas, habrá que tomarlas... pero no creo que sea el momento oportuno.

–¿Cuándo fue la última vez que vio al Che?

–En octubre de 1964, cuando él vino a despedirse a mi casa. Dimos una vuelta por la Sierra Maestra, fuimos a una pizzería, pero no pudo comer mucho porque todo el mundo se amontonaba donde él estaba. El se iba de viaje, ya se estaba entrenando para Bolivia. "Me voy a dar el lujo de invitarle un trago a un ministro", le dije. Abrí una botella de ron y le confesé: "Vos sabés, Pelao, que de todos mis defectos pequeñoburgueses, hay dos que no me los puedo quitar: el deseo de viajar y el gusto de un buen trago". El me contestó: "Mirá, Petiso, a mí los tragos nunca me interesaron, y en cuanto a viajar, si no es con una metralleta, tampoco me interesa". Cuando él se fue, me dijo: "Te espero, gitano sedentario, cuando el olor a pólvora amaine".

–¿Qué le habría regalado al Che para su cumpleaños?

–Un libro que se llama Cien horas con Fidel (risas).

Es hora de dejar que los recuerdos descansen un rato, que se echen una siesta. Es hora, también, de almorzar. Para confirmar sus defectos pequeñoburgueses, los ojitos pícaros de Granado se achican y brillan al mismo tiempo cuando pregunta: "¿Me podré tomar un vinito?".

miércoles, 4 de junio de 2008

"Lo paradojico del Famatina"

"Rodolfo Ortega Peña y Eduardo Luis Duhalde, en su libro, "Facundo y la Montonera", dicen: "La tranquila montaña de La Rioja, va a ser protagonista de una dramática historia. Su codiciado mineral, oculto en la entraña de la tierra patria, se cubrirá de joven sangre criolla. Es una historia breve, que comienza en 1823 y culmina en 1827. A través de esos años veremos un incesante desfilar de congresos, maquinaciones, contratos, leyes, peculados, intrigas, muertes, cohechos, todos dirigidos desde Londres y resistidos heroicamente por las masas del interior provinciano (...) Bernardino Rivadavia en su primer viaje a Europa, pensaba concretar tres "operaciones" económicas un empréstito, "fomentar; la inmigración y formar una compañía para la explotación de las minas de Famatina".

En casi doscientos años de historia, se repitió varias veces el interés por las riquezas del Famatina. El 28 de febrero de 1825, "el ministro inglés" Manuel J. García, recomendaba: "El medio único y más eficaz para crear rentas (...) es sin duda el de atraer capitales de todas partes, que pongan en acción los inmensos tesoros, que la naturaleza ha depositado en el seno de nuestra patria". Presentaba un "programa de desarrollo" (que invocando a las mayorías, sería en realidad un programa de enriquecimiento para minorías envilecidas) y se repetía el discurso de "la minería responsable" (...) "Los establecimientos de minas harán valer las tierras, los ganados, en fin, los productos de toda especie. Harán aparecer pueblos, haciendas y granjas a sus inmediaciones, darán una vía positiva al comercio interior".

La realidad de este "progreso" fueron los pasivos ambientales, la contaminación, las deudas que quedaron para la gran mayoría del pueblo y el enriquecimiento para minorías envilecidas.

Analizar lo ocurrido en este período tan bien documentado en la obc, de Ortega Peña, es entender lo que ocurrió en los casi doscientos años que siguieron aplicando la política de los "Hechos Consumados". En la pág. 72 de la obc. Dice "Las minas de Famatina eran del Estado riojano. Esto obligaba a negociar. Pero Rivadavía no lo entendía así. El creaba un nuevo procedimiento, apropiárselas desde Londres, mediante un curioso proyecto de nacionalización personal".

En varios momentos de la historia. y especialmente en las últimas décadas se aplicó este curioso pero efectivo "proyecto de nacionalización o provincialización personal" con el Famatina. Esto determina que todo contrato sobre su explotación nadie lo investigue y se crean comisiones que sólo sirven para engañar, esta forma de actuar explica que los contratos realizados con las diferentes empresas como CRA o Barrick cuando están en el poder, sean presentadas como la panacea para todos nuestros males y que nos van a permitir el desarrollo sustentable y hasta no depender más del Estado Nacional, hasta podíamos ayudarlo con nuestras riquezas. A pasarlo a considerar "el contrato más corrupto" tanto que se creó una comisión de los representantes del pueblo (cuando se cumplió con la entrega del patrimonio Provincial al Yamiri también se creo una comisión) para la investigación de lo realizado, pasa el tiempo se concreta "el hecho consumado", ni se reúnen para el fin propuesto pero sí para crear otra "inmobiliaria minera" agregando a esta la mentira del petróleo, cambiando el nombre, pero con las mismas falencias y privilegios que antes criticaban, pero ahora con más poder para no ser investigada y sin capital real ya que el Famatina sigue siendo del Yamiri Gold y sus accionistas.

Lo paradójico del Famatina, es que las malas acciones políticas, la corrupción, el doble discurso, la mentira, la desinformación, el creer que todo es posible cuando se tiene el poder, la falta de control y de cumplir con la aplicación de las leyes, y la política de los hechos consumados, transformo el proyecto virtual del Famatina en una "máquina de impedir" para la Minería, que puede y debe desarrollarse en otras regiones de nuestra provincia permitiendo el crecimiento que estamos necesitando siempre y cuando se entienda que la minería es una actividad impactante y por lo tanto es muy importante su control y el manejo preventivo efectivo aplicando la tecnología y los controles ambientales efectivos porque si no es controlada se transforma en una trampa que destruye todo crecimiento y hasta la vida misma, a partir de la contaminación del recurso más importante que es el agua".

JORGE EDUARDO ROMERO - GEóLOGO MATR. 1.414 – DNI 8.016.478.

"Hoy nos encontramos en una nueva fase de la humanidad. Todos estamos regresando a nuestra casa común, la Tierra: los pueblos, las sociedades, las culturas y las religiones. Intercambiando experiencias y valores, todos nos enriquecemos y nos completamos mutuamente. (…)

(...) Vamos a reír, a llorar y a aprender. Aprender especialmente cómo casar Cielo y Tierra, es decir, cómo combinar lo cotidiano con lo sorprendente, la inmanencia opaca de los días con la trascendencia radiante del espíritu, la vida en plena libertad con la muerte simbolizada como un unirse a los antepasados, la felicidad discreta de este mundo con la gran promesa de la eternidad. Y al final habremos descubierto mil razones para vivir más y mejor, todos juntos, como una gran familia, en la misma Aldea Común, bella y generosa, el planeta Tierra."

Leonardo Boff, Casamento entre o céu e a terra. Salamandra, Rio de Janeiro, 2001.pg09

Hacia un Socialismo Nuevo La Utopía continúa

¿Qué cambios hemos experimentado en función de las lecciones que nos ha dado la historia? ¿Qué actitudes, qué acciones son de esperar hoy de una militancia socialista? Nadie nace socialista, el socialista se hace. Personalmente y comunitariamente. Hay valores referenciales, eso sí, que son columnas maestras del socialismo nuevo: la dignidad humana, la igualdad social, la libertad, la corresponsabilidad, la participación, la garantía de alimento, salud, educación, vivienda, trabajo, la ecología integral, la propiedad relativizada porque sobre ella pesa una hipoteca social.

La Utopía continúa, a pesar de todos los pesares. Escandalosamente desactualizada en esta hora de pragmatismo, de productividad a toda costa, de postmodernidad escarmentada. La Utopía de que hablamos la compartimos con millones de personas que nos han precedido, dando incluso la sangre, y con millones que hoy viven y luchan y marchan y cantan. Esta Utopía está en construcción; somos obreros de la Utopía. La proclamamos y la hacemos; es don de Dios y conquista nuestra. Con esta «agenda utópica» en la mano y en el corazón, queremos «dar razón de nuestra esperanza»; anunciamos e intentamos vivir, con humildad y con pasión, una esperanza coherente, creativa, subversivamente transformadora.

Pedro CASALDÁLIGA

Para probar si sos human@


UTOPÍAS


Cómo voy a creer / dijo el fulano
que el mundo se quedó sin utopías

cómo voy a creer
que la esperanza es un olvido
o que el placer una tristeza

cómo voy a creer / dijo el fulano
que el universo es una ruina
aunque lo sea
o que la muerte es el silencio
aunque lo sea

cómo voy a creer
que el horizonte es la frontera
que el mar es nadie
que la noche es nada

cómo voy a creer / dijo el fulano
que tu cuerpo / mengana
no es algo más de lo que palpo
o que tu amor
ese remoto amor que me destinas
no es el desnudo de tus ojos
la parsimonia de tus manos
cómo voy a creer / mengana austral
que sos tan sólo lo que miro
acaricio o penetro

cómo voy a creer / dijo el fulano
que la útopia ya no existe
si vos / mengana dulce
osada / eterna
si vos / sos mi utopía


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Escrito por "Mario Benedetti"
Tomado de "Praxis del fulano" del libro "Las soledades de babel"

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