miércoles, 31 de diciembre de 2008

Navidad, propósitos sencillos

Frei Betto

En esta Navidad guardaré en cajas bien cerradas lo que me cambia en aquel que no soy: la envidia, los celos, la sed de venganza y todos los resentimientos que me corroen las entrañas. Lacradas las cajas, las arrojaré todas a las profundidades del mar del olvido.

En esta Navidad vaciaré el escondrijo de mis torpes intenciones, los cajones de tantas ilusiones vanas, los armarios de ambiciones compulsivas. A pies descalzos recorreré la senda saludable de una existencia modesta, a veces solitaria, siempre solidaria.

No prestaré oídos al graznar de los cuervos en mis ventanas, ni permaneceré indiferente a las acuarelas pintadas por el dolor ajeno, y mantendré vedada la chimenea a la entrada consumista de Papito Noel.

Tejeré, con las agujas del arrullo y los hilos invisibles del misterio, la alfombra prometedora de los sueños que fomentan mi entusiasmo. Arriaré las banderas de la altivez militante y, en un cuenco de barro, derramaré sencillos propósitos: refrenar la lengua de maldecir a otros, reconocer mis propias flaquezas, ejercer el difícil arte de perdonar. Lo sorberé de un solo trago, hasta embriagarme de compasión.

En la terraza de mi casa armaré un árbol de Navidad cuyo tronco será de la misma madera que los principios que rigen mis pasos; sus ramas, las sendas seductoras a las que me atreví a decir no; sus flores, la paz experimentada al encerrarme en el silencio interior; sus frutos, esa esperanza-oruga que insiste en metamorfosearse en utopía sobrevolando el pesimismo que me asalta.

Al pie de mi árbol dejaré vacíos los zapatos de mis erráticas peregrinaciones al mundo inconsútil de los apegos que me ocultan lo que ofrece la vida mejor: la experiencia amorosa de trascenderla. A su lado mi lista de peticiones: la levedad imponderable de la meditación, el don de respetar el límite de las palabras, la felicidad de saciarme en la
brevedad de mis días.

En esta Navidad montaré en el rincón de la sala el belén de mis inquietudes. En lugar de franciscanos animales la Declaración Universal de los Derechos Humanos; como san José un árabe fiel al Corán; María será una joven judía parecida a la de Nazaret; Y Jesús un niño africano carcomido por el hambre.

Que los reyes magos traigan tres ofrendas: el ramo de olivo en el pico de la paloma que anunció a Noé el fin del diluvio; la brisa suave que sopló sobre el profeta Elías; el pan repartido en la posada de Emaús.

No celebraré solemnes liturgias disonantes con el gloria cantado por los ángeles del pesebre; no me hartaré en cenas pantagruélicas mientras el Niño se resguarda del relente en un tronco hueco; ni daré regalos que me duelen en el bolso y en el corazón, envueltos en falsos sentimientos.

Sí, me haré presente allí donde la familia sin techo, expulsada de Belén, ocupa un pedazo de tierra en las cercanías de la ciudad para que del vientre de María brote la certeza de que la justicia habrá de brillar como la estrella de David.

En esta Navidad seré todo oraciones, bailaré al son de las cítaras del reino de Salomón, saldré por las calles entonando salmos, abandonaré todos los utensilios para nieve y, en este país tropical, dejaré que dé el sol en mi alma.

Recogeré las lágrimas de los desesperados para regar mi jardín de girasoles, y arrancaré las injurias de la boca de los airados para revocar la ley del talión. En los callejones de la ciudad celebraré con los borrachos, los mendigos, las prostitutas, a quienes llamaré con un único nombre: Enmanuel. Y, en un gran circo místico, buscaré con ellos la respuesta a la pregunta que nunca se calla: "¿Qué será qué será lo que cantan los poetas más delirantes y que no tiene arreglo ni nunca lo tendrá?"

En esta Navidad ruego a Dios resucitar el niño escondido en algún rincón apartado de mi memoria, el que fui un día, niño que sabía confiar y, desprovisto del pudor del ocio, libre de las amarguras del tiempo, era capaz de imprimir fantasías coloridas al lado oscuro de la vida.

Quiero una Navidad de brindis a la alegría de vivir, himnos a la gratitud de la fe, odas a la magia inefable de la amistad. Navidad cuyo pesebre sea mi propio corazón, en el cual el Niño Jesús deshaga nudos y haga desparramarse todo el amor que se oculta en los sombríos poros de mi ego.

- Frei Betto es escritor, autor de "El arte de sembrar estrellas", entre otros libros.

Fuente: Alainet

viernes, 26 de diciembre de 2008

Eu te amo

Você é um ser humano. É meu milagre. E é forte, capaz, inteligente. Cheio de talentos. Entusiasme-se com eles. Reconheça isso. Encontre-se consigo mesmo. Aceite-se.
Anime-se. Pense que a partir deste momento você pode mudar sua vida para melhor. Isso se assim você o quiser, se programar e se encher de entusiasmo para alcançar o seu objetivo... E, sobretudo, se perceber toda a felicidade que pode conseguir somente pelo fato de desejá-la.
Você também é minha grande criação. É o meu grande milagre. Não tenha medo de começar uma vida nova. Não se lamente nunca. Não se queixe, não se atormente. Não se deprima.
Como pode temer, se é meu milagre?
Você está dotado de poderes conhecidos para todas as criaturas do Universo. Você é único. Ninguém é igual a você. Você só pode escolher o caminho da felicidade. Eu o fiz perfeito para você aproveitar sua capacidade e não para destruí-la.
Eu lhe dei o poder de pensar e o poder de imaginar; o de amar e o de criar; o de rir e o de falar; o da vontade e o de escolher o melhor.
Eu lhe dei o poder de rezar e o poder de escolher seu próprio destino, lhe dei o meu maior presente – o livre arbítrio. Usando sua vontade eu o coloquei acima dos anjos.
O que você tem feito dessa imensa força?
Faça a opção de amar ao invés de odiar, rir ao invés de chorar, criar ao invés de destruir. Escolha perseverar ao invés de renunciar, elogiar ao invés de criticar, dar em vez de tirar, agir em vez de adiar, bendizer e não renegar. Prefira dar graças em vez de blasfemar. Viver ao invés de morrer miseravelmente à margem da verdade.
Aprenda a sentir a minha presença em cada ato de sua vida. Cresça a cada dia em otimismo e esperança. Abandone o medo e os sentimentos negativos.
EU SOU A LUZ e estou sempre com você. Chame-me. Busque-me. Lembre-se de mim. Vivo em você desde sempre, amando-o, e se você vier a mim encontrará o amor e a paz com que tanto sonha.
Tente tornar-se simples, inocente, generoso, doador, descubra sua capacidade de maravilhar-se com a criação e sinta-se humano...porque só você pode compreender uma lágrima ou a dor. Você pode conhecer o AMOR.
Lembre-se que você é meu milagre destinado a ser feliz, com misericórdia, com piedade, com alegria, com saúde, com prosperidade, para que esse mundo por onde você passa seja digno de você.
E, se você é meu milagre, use seus dons. Transforme a escuridão em LUZ. Modifique o lugar onde você vive, transmitindo às pessoas, esperança, alegria e otimismo. E o faça sem temor, porque ESTOU EM VOCÊ.

Autor desconhecido

martes, 23 de diciembre de 2008

VASTO MUNDO

María Valeria Rezende
La chica llegó de Río. Ahí se ve... ¡tan blanquita! Salió de aquí menuda, no diferenciaba en nada de las otras chicas de la escuela municipal. Fue el padrino quien la llevó. Volvió esa muchacha. Vino a pasar el San Juan. En medio a las otras chicas, frente a la iglesia, ella ahora se diferencia todavía más. El vestido bonito, más altura, las uñas largas y rojas, moviendo los brazos, dando vueltas y meneos mientras habla. Y habla sin parar. Las otras, más campesinas todavía junto a ella, son apenas marco para el cuadro. Para los ojos de Preá, ni marco. No existen. No existe más la iglesia, la plaza, el pueblo, nada. Sólo la muchacha.

Preá... otro nombre no tiene. Quien podría haber dicho era la vieja, pero murió sin que nadie se acordase de preguntarle. Para la mayoría del pueblo de Farinhada, hoy parece que él siempre estuvo allí, que siempre fue así, una cosa del pueblito como la iglesia, el puente sobre el riachuelo, los bancos de cemento de la placita. Pero alguien recuerda: llegó un día con la vieja a la que llamaba la abuela, medio ciega, medio sorda, medio corta del juicio. El niño, no se sabe que edad tenía... algo entre ocho y trece años. ¿Quién podría saber? Flaquito, arrugadito como todo hijo de la miseria. Dijeron que venían del Juá. Cualquier rincón de Paraíba tiene una calle, una hacienda, un sitio con ese nombre. Por lo demás, nadie preguntó mucha cosa: una vieja cerca de morirse y un chico viviendo sólo por terco... Neco Moreno dejó que se quedasen en los restos de la casita de adobe y paja, en el borde de su finquita, ya bien junto al pueblo. Preá amasó barro, tapó los agujeros, pidió paja de aquí y de allí, vivía emparchando el techo. Continuó siempre así, aquel capricho con la casa, alisando las paredes, arreglando rajaduras, hasta encalando... Preá hace todo solo, siempre hizo todo solo.

Preá no sabe qué cosa es ésta aconteciendo adentro de él. Comenzó cuando dio con los ojos en la chica. Una quemazón adentro del pecho, una nube en la vista que esconde todo lo que no es la muchacha, los oídos sordos para todo lo que no sea la voz de ella y un sentimiento que parece tristeza, pero no es. Por lo menos no es de aquella tristeza de cuando la abuela murió ni de cuando el perro desapareció. Preá no sabe lo que es. Enfermedad tampoco es, que muchas veces él se puso enfermo y era algo diferente. Puede ser el juicio aflojando. El pueblo ya dice que él es flojo de juicio, igual a la abuela. Ahora él se está quedando también ciego y sordo, igual a la abuela. Igual no. Es diferente, distinto de todo lo que él conoce.
La muerte de la abuela cambió poca cosa en la vida de Preá. La tristeza que le dio, poco a poco se fue acabando. De noche, solo, la casita parecía mayor y más vacía, por un tiempo. Lo demás, quedó todo igual, sólo que no necesita más llevar la lata de comida para casa. Apoyado en la puerta de la cocina de cualquiera, recibe el plato con lo que venga, come allí mismo, "gracias, doña, hasta mañana". Desde el comienzo hubo una especie de contrato, ni escrito ni hablado, entre Preá y el pueblo de Farinhada. El chico hacía cualquier servicio que pudiera, para quien pidiera, sin poner precio y ni recibir pago. Del otro lado, nadie le negaba una taza de café, un plato de comida, una ropa vieja o, cuando se hizo mayorcito, un trago de caña o un paquete de cigarrillo barato. Bueno como nadie para hacer un mandado que tenga prisa, llevar recados urgentes, llevar paquete, buscar la herramienta o el carretel que falta para terminar un trabajo. Fue creciendo, aprendiendo otros servicios, artes, se le pueden pedir muchas cosas. El contrato con el pueblo continúa igual. Preá, fiel, siempre en la placita o en la calle del medio, al alcance de un grito. Cuando no tiene servicio, se recuesta en la pared... espera. Jamás sale del pueblo. Su casilla en la punta de la calle es el límite del mundo. En el mundo rural de Farinhada, Preá es urbano, de la parca urbanidad de ese pueblito.
El día de Preá, que comienza cuando la barra del sol raya por encima de la Serra del Pilão, se vuelve de nuevo noche cuando la chica aparece en la plaza, alta la mañana. Es como estar durmiendo y soñando cosa nunca vista, belleza nunca imaginada. Muchas veces ya no oye cuando gritan por él, ya no ve cuando le hacen señas, ya no queda recostado en la pared de la bodega esperando un llamado, se pierde camino de los mandados, se confunde con los recados. Perdió todos los rumbos, menos el de la muchacha. En el rumbo de ella se desvía de todos los caminos, va cada día más lejos de todo, más cerca de ella. Ya se empieza a comentar en el pueblo que Preá no es más el mismo. "Se está poniendo más tonto, perezoso, ese niño..."
La chica allá sentada en la plaza, debajo del naranjo, cercada por las otras que quieren ser como ella, hablando, gesticulando, mostrándose. Los muchachos vuelven más temprano del rozado, se bañan, se perfuman, visten la ropa del San Juan y van a verla con la esperanza de ser vistos. Preá no tuvo ropa nueva en el San Juan, por fuera es el Preá de siempre, adentro sólo la luz de la chica. Preá, mariposa, llega cada día más cerca del naranjo, más cerca de ella. Al principio nadie notaba al chico allí parado, los ojos presos en la chica blanca. Tiene la invisibilidad de las cosas que siempre estuvieron presentes. Pero cuando Doña Inácia se cansó de llamarlo, sin respuesta, fue que toda la gente vio: "Preá está allá, hecho una bestia, mirando a la chica". "Eh, Preá, le está gustando la carioca? Mire, Leninha, Preá está loco por usted. ¿Quiere noviar, Preá?" Y el coro: "¡Preá enamorado! ¡Preá enamorado!" A ella le hizo gracia, hizo una seña: "Ven acá, mi bien, siéntate aquí cerca de mí." Él fue, llevado por el viento, por la mirada... por las piernas no fue, no las tenía más, ni brazos, ni cuerpo, sólo los ojos y el corazón hecho un tambor. No oyó los gritos, la risa, la burla. Vio la chica mirándolo a él, riéndo para él, la mano blanda tocando su rodilla. "Si me quieres de verdad, Preá, voy a noviar con usted. Sólo con usted y nadie más. Pero tiene que hacer una cosa para mostrar que me quiere mucho: el domingo quiero verte subir hasta la punta de la torre de la iglesia y tirarme un beso desde arriba."
Farinhada toda ya sabe del amor de Preá y de la exigencia de la muchacha. Apuestan que él sube, que él no sube. La torre de la iglesia es alta y fina como una aguja, como las de la tierra del padre Franz que la mandó hacer. Doña Inacia dice que es maldad de la muchacha, le dice a Preá que no suba. Pero el pueblo espera el domingo con más interés que el clásico juego del sábado contra el Itapagi Sporte Clube. "Preá es tonto, va a intentarlo"... Erlinda está haciendo empanadas para vender en la plaza durante el acontecimiento. Dijeron que viene un camión de gente de la finca Ventada sólo para ver.
Preá no vivió jueves, ni viernes, ni sábado. Nada vio, nada oyó, ni durmió ni despertó. Flotó desencarnado en alguna dimensión misteriosa. Volvió al mundo con el sonido de la campana. No ve la plaza llenándose de gente, los gritos, silbidos y aplausos. Sube, para arriba, más para arriba. No siente las palmas de las manos lastimadas, no siente las plantas de los pies ensangrentadas, no tiene miedo. Preá es leve, fuerte, puede todo, tiene alas. Más, un poco más... allá arriba, la chica, el beso. No se da cuenta que poco a poco la plaza se acalla, tensa, maravillada. Ahora, un poco más y su mano toca la cruz, se agarra. Preá respira todo el aire del mundo y mira: allá abajo el coche negro, la valija, la chica haciendo señas de adiós. Sólo cuando el coche que lleva a la muchacha desaparece a lo lejos, en una nube de polvo, es que la mirada de Preá, liberada, encuentra el horizonte. Desde allá arriba pasea, vaga, ve. Y Preá descubre qué vasto es el mundo.

MÁS DEMOCRACIA

MÁS CIUDADANÍA

MÁS POESÍA

PARA LA VIDA, PARA EL 2009, PARA EL PAÍS

domingo, 21 de diciembre de 2008

Menores presos


EL PAIS › REPORTAJE A RAUL ZAFFARONI, MINISTRO DE LA CORTE SUPREMA
Por Irina Hauser

(...)

Raúl Zaffaroni controla la exactitud de sus palabras a medida que habla. Pero trata de no privarse de decir nada. Fuma de a ratos. Se mueve poco.


(...)

En diálogo con Página/12, además defiende el fallo que impidió la liberación de menores internados en institutos al tiempo que reclamó una reforma del sistema de minoridad. "Si lo declarábamos inconstitucional y liberábamos a los pibes, alimentábamos una brutal campaña de estigmatización de los chicos pobres" que podría, vaticina, terminar en una "masacre". Dice que hablar de bajar la edad de imputabilidad pretende confundir y aplicar a los menores, bajo un criterio "tutelar", los mismos castigos que a los adultos pero no las mismas garantías. Existe, señala, una situación inconstitucional que "hay que desmontar". A su entender, los niños deben ser juzgados en procesos penales que respeten sus derechos.

–A simple vista, el reciente fallo con que ustedes impidieron la liberación de los menores presos en institutos coincidió con una nueva andanada de reclamos de mano dura y cárcel para los delincuentes comunes, y más aún si son niños. ¿Fue casual? Lo festejaron los medios más reaccionarios.

–Fue totalmente casual. Se demoró un poco y salió cuando salió porque queríamos sacar un solo voto. Tampoco creo que sea para festejar por parte de los que quieren la baja de la edad de imputabilidad.

–¿Por qué?

–Se está diciendo algo inexacto, a veces por ignorancia, otras por mentira. Hablar de baja en la edad de imputabilidad es un error técnico: nadie se vuelve imputable porque pasó la medianoche. Nuestra legislación excluye a los menores del sistema penal ordinario hasta los 16 años, pero no los vuelve inimputables. Hasta esa edad, el criterio que predomina y que está contra la Constitución es el criterio tutelar. La imputabilidad es una cuestión de capacidad de culpabilidad, que se mide en cada individuo. Alguien puede ser inimputable porque es enfermo mental.

–¿Qué es exactamente el criterio tutelar?

–Se basa en sacar al niño del sistema penal y dejarlo bajo la tutela del Estado, que lo considera incapaz. Como se supone que todo lo que haga el Estado con él será para bien, se deduce que no hará falta un proceso penal acusatorio y que no necesitará las mismas garantías que un adulto en un proceso penal. En la historia, ¿a quiénes se tuteló? A las mujeres, a los niños, a los indios. Mirá cómo les fue. La ideología tutelar es inquisitorial. A mí que no me tutelen, ¡que me juzguen! Esa ideología entró en crisis en los años sesenta en Estados Unidos, donde comenzó. A un pibe de quince años que llamaba por teléfono a la vecina y le decía palabras soeces le aplicaron una medida tutelar hasta los 21 años, mientras que a un adulto le hubieran puesto una multa de algunos dólares. Esto derivó en la declaración de inconstitucionalidad del sistema tutelar y generó un movimiento de rejuridización de los derechos de niños y adolescentes. La Convención Internacional de los Derechos del Niño, incluida en nuestra Constitución, estableció que los niños deben tener los mismos derechos y garantías que un adulto. Alguien menor a 16 años es un ciudadano: hay que probar que hizo lo que dicen que hizo. Someterlo a un proceso penal como Dios manda, con derecho de defensa, juez, fiscal y defensor.

–¿Y después, vale cualquier castigo para un menor?

–Por mí que se lo someta a proceso desde el momento de la concepción. Otra cosa son las consecuencias penales. A un niño no se le puede aplicar la misma pena que al adulto. Quienes mienten o hablan por ignorancia citan el ejemplo de Brasil diciendo que allí los niños son imputables desde los 12 años. No, son procesables desde esa edad. Se debe probar qué hicieron. Luego la pena no puede superar los cinco años. El discurso represor dice: "aplíqueles la misma pena que a los adultos". ¿Qué dice el progresismo, por así llamarlo? "Aplíquele las mismas garantías." Para compatibilizar la Constitución nacional con la Legislación Positiva (como indica el reciente fallo de la Corte) hay que reformar toda la legislación de niños y adolescentes. Tenemos un régimen tutelar y debemos pasar a un régimen jurídico de garantías. No lo puede hacer la Corte, lo tiene que hacer el Congreso. Tampoco debemos permitir que no haya régimen alguno.

–¿Qué medidas implementaría si se prueba que el menor cometió un delito?

–La institucionalización tiene que ser la última opción, excepcionalísima, y siempre que hayan fracasado otras previas. Antes puede haber medidas de asistencia, supervisión de conducta, familia sustituta o tratamiento si es –-por ejemplo– psicópata. No dejan de ser medidas limitativas de la libertad. Pero no me vengan con que eso es tutelar y se puede hacer sin garantías. Eso es lo inconstitucional que tiene nuestra ley: a los pibes los dejan hasta los 21 años sometidos a medidas, los pueden institucionalizar, y se fue al diablo el derecho a la familia. Porque "tiene errores de conducta", dice la ley. Mil trescientos chicos institucionalizados en la provincia de Buenos Aires es mucho. Me pregunto si es necesario.

–¿El Estado está en condiciones de ofrecer esas medidas que usted propone?

–Por lo pronto son mucho más baratas que la institucionalización.

–Si la Corte considera que el sistema vigente es inconstitucional, ¿por qué no declaró, precisamente, su inconstitucionalidad?

–Si declaramos la inconstitucionalidad ahora, alimentamos una campaña efebofóbica. Las sentencias de la Corte tienen una repercusión mediática inmediata y nadie puede ignorar que estamos sometidos a una brutal campaña de estigmatización de chicos pobres. Para quienes no se permiten tomar en cuenta datos de realidad, el derecho es pura lógica normativa.

–Pero no eran tantos los menores que hubieran liberado.

–Es cierto que en Capital implicaba liberar a algunos pibes, no muchos. El problema es que lo que digamos sobre la ley federal tendrá valor para las leyes provinciales. Una declaración de inconstitucionalidad hubiera sido seguida por otras válidas para todo el país, donde son más los menores presos. Me preocupan esas leyes provinciales y en especial la situación en la provincia de Buenos Aires, donde hubo declaraciones de funcionarios desconcertados frente a ciertos problemas de inseguridad o cierta publicidad de los problemas de inseguridad, que están buscando como chivos expiatorios a los niños y adolescentes. Cuando la prensa te dice que la mayoría de los homicidios son cometidos por menores de 16 años, miente. En la ciudad de Buenos Aires hay un solo chico procesado por homicidio y la mayoría de los homicidios siguen siendo intrafamiliares y machistas, para no contar los de tránsito.

–¿A qué atribuye esa campaña?

–René Girard dice que cuando en una sociedad se produce una violencia difusa, se la canaliza sobre un chivo expiatorio y se lo aniquila, se comete una masacre y después las víctimas se vuelven sagradas. La campaña contra los pibes es el primer paso para matarlos, el primer escalón del genocidio. No es una opinión, son cosas que la criminología latinoamericana conoce perfectamente. Una declaración de inconstitucionalidad nuestra en este marco inmediatamente iba a servir para que con cualquier pretexto se tendiese alguna trampa a un pibe: le hacen un entre, le ponen un arma nueve milímetros y lo determinan a alguna barbaridad para luego "sorprenderlo" y matarlo en el hecho. A partir de ahí, con amplia cobertura de medios, empieza la masacre bajo la consigna de que la Corte soltó a todos los pibes asesinos y ahora hay que matarlos. Yo en esa no me prendo.

–Usted habla sobre una hipótesis.

–¡Para nada! Es una verificación científica, criminológica. Hace veinte años en el Instituto Interamericano de Derechos Humanos se publicó, en el libro Muertes anunciadas, una investigación que hicimos sobre las ejecuciones policiales en América latina. Allí se describen las reglas del fenómeno, la efebofobia carenciada entre otros. La sociedad se ha olvidado de que aquí, en la ciudad y en el conurbano, las policías post dictadura ejecutaron a más de mil jóvenes en pleno gobierno constitucional, en supuestos "enfrentamientos" ampliamente cubiertos por el "noticiero del 9", que llegaba antes del hecho, con gran beneplácito disfrazado de alarma por algún famoso comunicador ya fallecido. En 2001 la Suprema Corte bonaerense, con motivo de las denuncias por ejecuciones sin proceso, tuvo que hacer un registro de menores muertos por la policía, después de que el gobernador había lanzado la criminal consigna de "meter bala".

–¿Es la misma idea que planteó Carmen Argibay al decir que es mejor mantener a los menores institucionalizados porque en la calle los matan?

–A ella la interpretaron mal, como si hubiera que tener a los pibes encerrados para tutelarlos. No, si hay que proteger a alguien no es a los pibes que están encerrados sino a todos los pibes pobres y villeros, que es el estereotipo sobre el cual se está fabricando el chivo expiatorio.

–Muy bien, y cuando están internados, ¿qué garantías hay de que así estarán bien, de que no los maltraten ni maten?

–Ninguna, lo que pasa es que hay un régimen inconstitucional que debe reemplazarse por otro, y nosotros no podemos dejar un vacío.

–Insisto: ustedes dicen que hay un régimen inconstitucional, pero no lo declaran como tal, ni siquiera dan un ultimátum. ¿No es contradictorio?

–Las normas inconstitucionales existen en el mundo y cuando se prolongan en el tiempo, como en este caso, se crean situaciones inconstitucionales. Vivimos en un país donde abundan normas inconstitucionales que crearon múltiples situaciones de inconstitucionalidad. Estamos tratando de desarmarlas, pero eso requiere cuidado. Si se construyó un dique que afecta al medioambiente, la solución no es volarlo e inundar todo. Sin ir más lejos, es fácil verificar que todos los procesos penales en la Argentina son inconstitucionales, porque desde hace 155 años se condena sin participación popular, cuando la Constitución manda que sea con participación. ¿Cuál sería la solución? ¿Declarar la inconstitucionalidad del Código Procesal y liberar a todos los condenados?

Debe y haber

–¿Qué solución propone al problema de los menores en conflicto con la ley?

–Hay que reemplazar el sistema penal de menores por uno que sea constitucional. La acción que terminó en la Corte ha sido muy positiva porque puso la cuestión sobre el tapete y dio la oportunidad de indicarles a los otros poderes la necesidad de pensar un nuevo sistema. Cada poder del Estado debe asumir su responsabilidad. Pero los jueces no podemos sancionar un nuevo código de procedimientos ni un estatuto de niños y adolescentes.

–Si pusieron plazos para limpiar el Riachuelo, ¿por qué no lo hicieron en este tema?

–Por algo simple: si no cumplen, ¿qué hacemos? El ridículo, no.

–El gobierno bonaerense habla de limitar excarcelaciones y apresar a los niños.

–La no excarcelación termina con una sobrepoblación de todos los establecimientos penales, con motines y con muertos. Termina con las comisarías llenas de presos y, por ende, con un debilitamiento notorio del sistema de seguridad, porque la policía tiene que dedicarse a cuidar presos en lugar de salir a la calle a prevenir delitos.

–¿Hacen falta reformas policiales, purgas?

–Con las purgas hay que tener cuidado. Tenés que partir de la policía que hay. No podés dejar al país sin policía mientras hacés otra. Yo creo que hay que separar la función de policía de seguridad de la de investigación criminal, que debería depender de las procuraciones o la Corte o superiores tribunales. Desmilitarizar la organización policial y permitir la sindicalización, dando al policía derechos laborales y dignidad como persona. A través de la sindicalización se crea la conciencia policial. Pagarle mejor y mejorar las condiciones de trabajo. Irnos, además, al modelo de policía comunitaria, con mucho control comunitario, aunque no digo que tengamos el sheriff electo. No hacer lo que los norteamericanos nos dicen que hagamos, pero sí hacer lo que ellos hacen. Tienen 2300 policías: de condado, del estado, federales. Pero mientras se siga jugando a buscar el efecto inmediato, propagandístico y junta votos...

–Es más fácil eso que desmontar todos los negocios del poder y la policía.

–El negocio se empieza desmontando con la sindicalización, y por eso no se la quiere. Desdramaticemos. Hay cosas intolerables, pero hay otras que son fuentes de recaudación. Si la fuente de recaudación se repartiera en forma de pirámide, por lo menos cumpliría una función social. Algo daría a los que están en la base, que corren los peores riesgos. Pero como no se reparte, tampoco cumple esa función. Con la sindicalización lo primero que se exigiría es el reparto piramidal. Eso permitiría ir pasando en blanco las recaudaciones, que vayan dejando el ámbito de lo ilícito.


El texto completo se puede consultar en:

http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-117123-2008-12-21.html

miércoles, 10 de diciembre de 2008

Ventana sobre la utopía


Ella está en el horizonte -dice Fernando Birri-. Me acerco dos pasos, ella se aleja dos pasos. Camino diez pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. Por mucho que yo camine, nunca la alcanzaré. ¿Para que sirve la utopía? Para eso sirve: para caminar.

E. Galeano


martes, 9 de diciembre de 2008

Petróleo: Baja el precio internacional, pero no el precio local.

 
El petróleo pasó de costar u$s147 en julio a u$s40 el viernes pasado. Un desplome de más de 100 dólares en nada más que seis meses que trajo consecuencias a la economía argentina. Unos u$s1.500 millones menos de recaudación fiscal sólo de retenciones a las exportaciones de crudo y una cifra que puede ser más cara si el contagio a otras commodities como la soja se sigue profundizando. Con menos ganancias, las petroleras exploran menos y se acentúa la caída de producción y reservas de petróleo. Exportan menos, pero por la dilatada discusión de rentabilidad del negocio no mejora el suministro a las estaciones de servicio. La caja de las provincias petroleras se deteriora aún más porque cobran menos regalías. El socio bolivariano, Hugo Chávez, ya no tiene la billetera tan cargada para financiar al Gobierno ni el peso geopolítico de hace un tiempo atrás. Pero hay un medio vaso lleno de la situación. El Estado paga más barato el gasoil importado de Venezuela y el gas de Bolivia, atados ambos al valor del barril de crudo. Y, en una economía agrodependiente, caen algunos costos de producción, como el precio de los fertilizantes o el transporte. El final de la historia está abierto. Algunos especialistas pronostican un 20% más de baja del petróleo y otros apuestan a que para fines de 2009 se estabilizará entre 80 y 90 dólares.

Como toda burbuja, se infla y se pincha con la misma rapidez. A comienzos de año, con China e India como grandes demandantes de toda la oferta mundial, muchos fondos de inversión apostaron por una suba ininterrumpida del crudo. Así fue que el valor del barril pasó de 70 dólares a u$s147 y no había un techo. En septiembre explotó la crisis financiera y, como siempre sucede, esos mismos que apostaban repentinamente por algo desarmaron sus posiciones en un segundo, y se protegieron en los bonos del Tesoro norteamericano y en el dólar. Con la mayoría del mundo en recesión o desaceleración económica, la demanda de combustible está por debajo de la oferta. El petróleo volvió al precio de hace unos años atrás y se llevó a la rastra a todas las commodities.
 
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PROMESAS, PROMESAS

por Juan Gelman
El presidente electo Barack Obama prometió varias cosas antes de serlo. Por ejemplo, terminar la guerra con Irak, que en 2002, en la Plaza Federal de Chicago, calificó de "estúpida", "imprudente" y "basada en la pasión, no en la razón". Fue un eje principal de su campaña y, sin duda, le ganó millones de votos. La promesa se está diluyendo: esta semana declaró: "Dije que retiraría de Irak nuestras tropas de combate en 16 meses, en el entendimiento de que podría ser necesario –probablemente necesario– mantener una fuerza residual a fin de proporcionar entrenamiento y apoyo logístico para proteger a nuestros civiles en Irak" (The New York Times, 4-12-08). "El residuo", al parecer, no será pequeño: el ex secretario de Marina Richard Danzig –uno de los asesores de Obama en materia de seguridad– había ya declarado que sería de 30 mil a 55 mil efectivos. Algunos dicen que la cifra podría llegar a 70 mil, casi la mitad del número actual. Hay residuos así.

Pocos creen que la retirada se llevará a cabo en el lapso prometido y que el último soldado norteamericano dejará suelo iraquí el 31 de diciembre del 2011, según lo pactado con el gobierno de Bagdad. Unos 20 halcones demócratas –la mayoría de la vieja guardia clintoniana de los años '90– dominan el equipo de seguridad y política internacional de Obama y no falta un legado significativo de W. Bush: el reconfirmado jefe del Pentágono Robert Gates, un insistente partidario de ganar la guerra en Irak como objetivo mínimo. Ahora está "menos preocupado" –dijo– por las promesas de campaña del presidente electo, dado que éste comentó que la retirada de Irak se haría de manera "responsable" y que dependerá de la opinión de los jefes militares (rawstory.com, 2-11-08). En esas condiciones, tal vez no haya sido un trabajo pesado tranquilizar a un belicista de la talla de Gates.

El senador Lindsey Graham, el almirante Nike Mullen, jefe de Estado Mayor Conjunto, y otros "halcones-gallina" republicanos elogiaron estos nombramientos de Obama (www.timesonline.co.uk, 1-12-08). No es para menos: tienen un firme bastión en Hillary Clinton, la nueva secretaria de Estado, acérrima partidaria de la invasión a Irak y Afganistán y de atacar a Irán con bombas nucleares. Se recuerda su propia confesión: "Llamé por teléfono (a su esposo presidente) y lo urgí a bombardear (Yugoslavia)" en el marco de la OTAN; los bombardeos duraron 74 días y a nadie perdonaron. Cabe señalar que la era de Bill no fue precisamente pacifista: a poco de instalarse en la Casa Blanca bombardeó Irak en 1993; logró que la ONU le impusiera a Saddam Hussein un embargo que costó la vida de medio millón de niños iraquíes; atacó a Sudán y Afganistán; desestabilizó a Haití; militarizó la ambigua lucha contra los narcotraficantes que se ha convertido en contrainsurgencia y que no ahorra vidas de civiles inocentes en América latina; apoyó la privatización de las operaciones militares norteamericanas otorgando enjundiosos contratos a la industria armamentista; autorizó la venta de armas a países como Indonesia y Turquía, utilizadas en el genocidio de kurdos y habitantes de Timor Oriental. Un record que el olvido suele abrigar.

Obama nombró jefe del staff de la Casa Blanca a Rahm Emanuel, admirador de las ejecuciones extrajudiciales israelíes, impulsor del servicio paramilitar obligatorio para todos los estadounidenses de 18 a 25 años de edad, del aumento de los efectivos de las fuerzas armadas y de la creación de un sistema de espionaje semejante al MI5 británico. Está en buena compañía: el general (R) James L. Jones, ex comandante del cuerpo de marines y amigo personal del derrotado candidato republicano John McCain, será el asesor jefe de seguridad nacional y es difícil suponer que el hecho de pertenecer al directorio de Boeing no influirá en sus decisiones. Susan Rice, la próxima embajadora de EE.UU. ante la ONU, apoya una intervención militar en Sudán por la crisis de Darfur, de preferencia con la participación de la OTAN. Etc., etc.

Barack mismo ha anunciado objetivos de guerra que poco cambian las políticas de Clinton y de ambos Bush: el incremento de la guerra en Afganistán; el eventual mantenimiento por largo rato de un número ingente de efectivos en Irak; la intervención unilateral en Pakistán; el empleo de ejércitos privados en las zonas donde combate EE.UU.; entre otras cosas. Su vice Jose Biden no es un demócrata cualquiera: como presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, sostuvo las mentiras de W. desestimando en el 2002 los testimonios de expertos que señalaban que Irak no tenía armas de destrucción masiva ni constituía una amenaza para la región "y mucho menos para EE.UU." (www.alternet.org, 20-11-08). Rara vez un cambio se ha parecido tanto a una continuidad.

Tomado de Rebelión 
Fuente: Página 12

viernes, 5 de diciembre de 2008

Maras, las mieles de la mano dura.

-Una nota de Critica, que mira profundo los desafíos que las nuevas configuraciones sociales plantean desde nuestros jóvenes y la tarea para resistir y construir propuestas alternativas al modelo de sociedad excluyente.
 
 
 
Lo que se aprende del hip-hop

Si el padre Antonio Rodríguez no parece un cura, su iglesia no luce como una parroquia. Es, en realidad, una gran organización en la que trabajan unas 75 personas, todos profesionales y voluntarios formados por el propio CFO, Centro de Formación y Organización, una suerte de usina de ideas y proyectos. Allí funcionan ocho programas –cuatro de ellos dedicados a la prevención de la violencia– basados en la participación juvenil. Para llegar mejor a los jóvenes el cura aplicó el modelo IAP, Investigación de Acción Participativa, a partir del gusto por la cultura hip hop que los pandilleros arrastran desde Los Ángeles.
 
-También se lee en la nota, que sobre el escritorio del cura no hay una biblia, sino un libro con prólogo de Carlos Mosinvaisy textos de Rosanna Reguillo:
 
El libro se llama Maras: identidades juveniles al límite. Los autores pasan en limpio ideas que al padre Antonio lo acompañan hace casi una década. La cercanía con los jóvenes, dice, le hizo comprender que la identidad de la pandilla es en principio una "cuestión de honor, un sentido de la vida".

–Ellos vinieron sin ropa, sin comida, sin educación, sin familia, sin salud, y la pandilla fue su familia, fue la que lo protegió. Las familias son lugares de expulsión, han sido destruidas por el sistema económico. Si desde chico me han maltratado, si mi padre era alcohólico, si no tuve derecho a nada, y la pandilla me cuidó, ésa es mi identidad en resistencia. Las pandillas son una identidad de juveniles al límite que son identidades de resistencia. Han tenido que configurar otra manera de vivir.


lunes, 1 de diciembre de 2008

La nueva geopolítica del hambre

João Pedro Stedile

En los años 60 unos 80 millones de personas sufrían hambre en el mundo. Estaba en auge el capitalismo industrial y las empresas transnacionales se expandían por todo el planeta para dominar los mercados y explotar la mano de obra barata y los recursos naturales de los países periféricos.

En ese contexto fue lanzada la Revolución Verde, que prometía acabar con el hambre. Su mentor, Norman Borlaug, recibió el Premio Nobel por la Paz en 1970. El verdadero objetivo era introducir una nueva matriz productiva en la agricultura en base al uso intensivo de insumos industriales. La productividad por hectárea aumentó y la producción mundial se cuadruplicó. Pero los hambrientos se decuplicaron, pasaron de 80 a 800 millones.

Hoy en día 70 países dependen de las importaciones para alimentar a sus pueblos. Esto demuestra que el nuevo modelo de agricultura sirvió para concentrar la producción y el comercio agrícola mundial de alimentos en no más de treinta transnacionales: Bunge, Cargill, ADM, Dreyfuss, Monsanto, Syngenta, Bayer, Basf, Nestlé, etcétera.

Una mala noticia reciente nos dice que según las estimaciones las reservas de petróleo, fuente de energía dominante en el mundo contemporáneo, no durarán más de 30 años. Otra evaluación inquietante nos advierte que avanza peligrosamente el calentamiento global.

Ante esta perspectiva se ha formado una alianza diabólica entre las empresas petroleras, automobilísticas y agroindustriales para la producción en gran escala de agrocombustibles (que engañosamente llaman biocombustibles) como el etanol en países con abundancia de tierra, sol, agua y mano de obra barata.

En los últimos cinco años, millones de hectáreas antes dedicadas a la alimentación y controladas por campesinos fueron captadas por grandes empresas y utilizadas para implantar monocultivos de caña, soja,.maíz, palma africana o girasol destinados a producir etanol o aceites vegetales.

Se está repitiendo la manipulación de la Revolución Verde. En este caso, como el precio del etanol está vinculado al precio del petróleo, la tasa medio de lucro de la agricultura sube de nivel y hace subir los precios alimenticios.

Empero, los agrocombustibles no resolverán el dilema de la energía ni el del calentamiento global. Los científicos nos advierten que para sustituir solamente el 20% de todo el petróleo que el mundo consume actualmente tendríamos que utilizar todas las tierras fértiles del planeta.

Ya estábamos viviendo una situación anómala en la producción y en los precios de los alimentos, cuando sobrevino la crisis del capital financiero.

Muchos detentores de voluminosas sumas de capital financiero, sea en forma de dinero o de capital ficticio (títulos del Tesoro, obligaciones, hipotecas), temerosos de afrontar pérdidas, corrieron a invertir en las bolsas de mercancías a futuro y a comprar bienes naturales -tierra, energía, agua- en los países periféricos. Como consecuencia de esos movimientos de capitales las cotizaciones de los productos agrícolas en todo el mundo ya no están relacionadas con los costos de producción y ni siquiera con los volúmenes de la oferta y la demanda. Ahora oscilan rápidamente al ritmo de las especulaciones bursátiles y del control oligopólico que ejercen las empresas transnacionales.sobre el mercado internacional de alimentos. Es decir, que la humanidad está en manos de un puñado de transnacionales y grandes especuladores.

Resultado: según la FAO los hambrientos aumentaron nuevamente, en solo los dos últimos años, de 800 a 925 millones. Y millones de campesinos en Asia, Latinoamérica y Africa están perdiendo sus tierras y emigrando.

Ante esta nueva situación, la Vía Campesina, que reúne a decenas de organizaciones de campesinos de todo el mundo, postula una transformación radical en el sistema de la producción y del comercio de los alimentos. Defendemos el principio de la soberanía alimentaria: que en cada región y en cada país, los gobiernos apliquen políticas públicas que estimulen y garanticen la producción y el acceso a todos los alimentos necesarios para sus respectivas poblaciones.

No existe región alguna en el mundo que no tenga la capacidad potencial de producir su propia alimentación. Como explicó en los años cincuenta Josué de Castro, el autor de "Geopolítica del Hambre", el hambre y la falta de alimentos no provienen de una condición geográfica o climática, sino que son las resultantes de relaciones sociales de producción.

Afirmamos que la humanidad debe considerar a la alimentación como un derecho natural de todo ser humano. Esto implica que los productos agrícolas no deben ser tratados como una mercadería cuya finalidad es el lucro empresarial, y que se debe estimular y fortalecer a los pequeños agricultores, ya que esta es la única política que puede mantener a la población en las zonas rurales. Y desde luego, con la meta de obtener alimentos sanos y seguros, excluimos el empleo de agrotóxicos.

Hasta ahora, los gobernantes han hecho oídos sordos a nuestros reclamos. Pero, a menos que se adopten cambios radicales, las contradicciones y los problemas sociales se agravarán y tarde o temprano estallarán. (IPS)

João Pedro Stedile, miembro del Movimiento de Campesinos Sin Tierra (MST) de Brasil y de Vía Campesina Internacional.

 



No desperdiciar las oportunidades de la crisis

 

Leonardo Boff

Frente al cataclismo económico-financiero mundial se dibujan dos escenarios: uno de crisis y otro de tragedia.

Tragedia sería si toda la arquitectura económica mundial se desmoronase y nos empujase hacia un caos total con millones de víctimas, por violencia, hambre y guerra. No sería imposible, pues el capitalismo generalmente supera las situaciones caóticas mediante la guerra. Gana al destruir y gana al reconstruir. Solamente que hoy esta solución no parece viable, pues una guerra tecnológica liquidaría a la especie humana; sólo caben guerras regionales sin uso de armas de destrucción masiva.

Otro escenario sería el de crisis. Para ella, no acaba el mundo económico, sino este tipo de mundo, el neoliberal. El caos puede ser creativo, dando origen a otro orden diferente y mejor. La crisis tendría, por tanto, una función purificadora, abriendo espacio para otra oportunidad de producción y de consumo.

No necesitamos recurrir al ideograma chino de crisis para saber de su significado como peligro y oportunidad. Basta recordar el sánscrito, matriz de las lenguas occidentales.

En sánscrito, crisis viene de kir o kri que significa purificar y limpiar. De kri viene también crítica que es un proceso por medio del cual nos damos cuenta de los presupuestos, de los contextos, del alcance y de los límites sea del pensamiento, sea de cualquier fenómeno. De kri se deriva además crisol, utensilio químico con el cual se limpia el oro de las gangas y, finalmente, acrisolar que quiere decir depurar y decantar. Entonces, la crisis representa la oportunidad de un proceso crítico, de depuración de lo esencial; sólo queda lo verdadero; lo accidental, sin sustentación, cae.

Alrededor y a partir de este núcleo se construye otro orden que representa la superación de la crisis. Los ciclos de crisis del capitalismo son notorios, conocidos. Como nunca se hacen cortes estructurales que inauguren un nuevo orden económico sino que siempre se recurre a ajustes que preservan la lógica explotadora de base, nunca supera propiamente la crisis. Alivia sus efectos dañinos, revitaliza la producción para nuevamente entrar en crisis y así prolongar el ciclo de crisis recurrente.

La crisis actual podría ser una gran oportunidad para la invención de otro paradigma de producción y de consumo. Más que nuevas regulaciones son urgentes las alternativas. La solución de la crisis económico-financiera pasa por el encarrilamiento de la crisis ecológica general y del calentamiento global. Si estas variables no fuesen consideradas, las soluciones económicas dentro de poco tiempo no tendrán sosteniblidad y la crisis volverá con más virulencia.

Las empresas en las bolsas de Londres y de Wall Street tuvieron pérdidas de más de un billón y medio de dólares, pérdidas del capital humano. En cuanto a esto, según datos de Greenpeace, el capital natural tiene pérdidas anuales del orden de 2 a 4 billones de dólares, provocadas por la degradación general de los ecosistemas, desarborización, desertificación y escasez de agua. La primera produjo pánico, la segunda ni siquiera fue notada. Pero esta vez no hay posibilidad de seguir con el business as usual.

Lo peor que nos puede pasar es no aprovechar la oportunidad proveniente de la crisis generalizada del tipo de economía neoliberal para proyectar una alternativa de producción que combine la conservación del capital natural junto con el capital humano. Hay que pasar de un paradigma de producción industrial devastador a otro de sustentación de toda la vida.

Esta alternativa es imprescindible, como lo mostró valerosamente François Houtart, sociólogo belga, en una conferencia ante la Asamblea de la ONU el 30 de octubre del presente año: si no buscamos una alternativa al actual paradigma económico, del 20 al 30% de las especies vivas podrán desaparecer en quince años y a mediados de siglo habrá de 150 a 200 millones de refugiados climáticos. Ahora la crisis en vez de oportunidad se vuelve un peligro aterrador.

La crisis actual nos ofrece la oportunidad, tal vez una de las últimas, para encontrar un modo de vida sostenible para los humanos y para toda la comunidad de vida. Sin eso podremos ir al encuentro de lo peor.

- Leonardo Boff es teólogo.


"Hoy nos encontramos en una nueva fase de la humanidad. Todos estamos regresando a nuestra casa común, la Tierra: los pueblos, las sociedades, las culturas y las religiones. Intercambiando experiencias y valores, todos nos enriquecemos y nos completamos mutuamente. (…)

(...) Vamos a reír, a llorar y a aprender. Aprender especialmente cómo casar Cielo y Tierra, es decir, cómo combinar lo cotidiano con lo sorprendente, la inmanencia opaca de los días con la trascendencia radiante del espíritu, la vida en plena libertad con la muerte simbolizada como un unirse a los antepasados, la felicidad discreta de este mundo con la gran promesa de la eternidad. Y al final habremos descubierto mil razones para vivir más y mejor, todos juntos, como una gran familia, en la misma Aldea Común, bella y generosa, el planeta Tierra."

Leonardo Boff, Casamento entre o céu e a terra. Salamandra, Rio de Janeiro, 2001.pg09

Hacia un Socialismo Nuevo La Utopía continúa

¿Qué cambios hemos experimentado en función de las lecciones que nos ha dado la historia? ¿Qué actitudes, qué acciones son de esperar hoy de una militancia socialista? Nadie nace socialista, el socialista se hace. Personalmente y comunitariamente. Hay valores referenciales, eso sí, que son columnas maestras del socialismo nuevo: la dignidad humana, la igualdad social, la libertad, la corresponsabilidad, la participación, la garantía de alimento, salud, educación, vivienda, trabajo, la ecología integral, la propiedad relativizada porque sobre ella pesa una hipoteca social.

La Utopía continúa, a pesar de todos los pesares. Escandalosamente desactualizada en esta hora de pragmatismo, de productividad a toda costa, de postmodernidad escarmentada. La Utopía de que hablamos la compartimos con millones de personas que nos han precedido, dando incluso la sangre, y con millones que hoy viven y luchan y marchan y cantan. Esta Utopía está en construcción; somos obreros de la Utopía. La proclamamos y la hacemos; es don de Dios y conquista nuestra. Con esta «agenda utópica» en la mano y en el corazón, queremos «dar razón de nuestra esperanza»; anunciamos e intentamos vivir, con humildad y con pasión, una esperanza coherente, creativa, subversivamente transformadora.

Pedro CASALDÁLIGA

Para probar si sos human@


UTOPÍAS


Cómo voy a creer / dijo el fulano
que el mundo se quedó sin utopías

cómo voy a creer
que la esperanza es un olvido
o que el placer una tristeza

cómo voy a creer / dijo el fulano
que el universo es una ruina
aunque lo sea
o que la muerte es el silencio
aunque lo sea

cómo voy a creer
que el horizonte es la frontera
que el mar es nadie
que la noche es nada

cómo voy a creer / dijo el fulano
que tu cuerpo / mengana
no es algo más de lo que palpo
o que tu amor
ese remoto amor que me destinas
no es el desnudo de tus ojos
la parsimonia de tus manos
cómo voy a creer / mengana austral
que sos tan sólo lo que miro
acaricio o penetro

cómo voy a creer / dijo el fulano
que la útopia ya no existe
si vos / mengana dulce
osada / eterna
si vos / sos mi utopía


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Escrito por "Mario Benedetti"
Tomado de "Praxis del fulano" del libro "Las soledades de babel"

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