Su palabra clara expone sin rodeos:
"No seremos reiterativos. Todos sabemos de memoria lo que hay que saber, salvo los que se hacen los b...
Lo que importa destacar es para qué se estableció la dictadura:
1) Para imponer un esquema económico imperialista, con varias aristas:
a) Destruir la industria nacional y así lograr dos cosas, la dependencia total del capital extranjero, y la desaparición del Movimiento Obrero Organizado,
b) El aumento a niveles incobrables de una deuda externa, ilegal el ilegítima que, hasta hoy pretende condicionarnos.
c) La destrucción de una generación pensante, militante y combativa y su reemplazo por una juventud drogada por el paco o estupidizada por los medios y la informática.
2) Para imponer un debate de personas y no de ideas, aniquilando todo el trabajo intelectual realizado por la izquierda en casi un siglo, dejando desechos mas parecidos a escoria que a acero. Hace décadas que no hay elaboración teórica marxista ni en Argentina ni en el resto del mundo.
3) Excluyendo al 85% de la población económicamente activa,poniendo como prioridad, "conservar el empleo o desaparecer, colocando en esa situación no solo a la clase obrera sino a la clase media e incluso a la pequeña o mediana empresa."
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Con matemática presición expone las cifras de muerte, represión y terror que en progresión exponencial demuestran el cálculo de la perversión y el silencio impuesto hasta nuestros días, arremetiendo luego con una ecuación, tan sencilla como reveladora, sobre la crisis:
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"Nos asustan con la crisis. Pero plata no falta. Sigue en manos de unos pocos estafadores. Miren qué hace Obama, usa los fondos públicos y es decir, de todo el pueblo, para evitar la quiebra de media docena de bancos e industrias. Y usa 700.000 millones de dólares en eso. Si se repartiera esa suma en los 6.7000 millones de humanos del Planeta le tocarían: ¡104 millones de dólares a c/u!. Se acabarían la pobreza, el hambre, el analfabetismo y que se fundan esa media docena de banqueros.
¿Y aquí? Este año, en plena crisis. Cristina y Néstor le pagarán 14.000 millones de dólares al Club de París. Si eso se repartiera en los casi 40 millones de argentinos, nos tocarían 350 millones de dólares a cada uno. No pido tanto. Supongamos que le paguemos al Club 999/1000 de esa suma y dejemos 1/100 para la "deuda interna", significarían 350.000 dólares por cada cabeza argentina."
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Al final propone tres desafíos para los materalistas dialécticos:
1) Reconstruir el arsenal teórico.
2) Reconstruir la inserción en la clase obrera, elevando las defensas salariales a la lucha política.
3) Definir una objetiva estrategia de poder.
Parecen las mismas consignas de siempre dice Ben Ami,
y es imposible no coincidir con él: No nos queda mucho tiempo.
y es imposible no coincidir con él: No nos queda mucho tiempo.
