En la nota, puede notarse que a pesar de los silencios impuestos esa mujer que acompañó a Wence, no pudo contar su versión, porque se -autoimpuso- el silencio, sino por que además de mirar para otro lado muchos se apegaron a las versiones oficiales u oficiosas. Ahora, cuando en los homenajes participan las autoridades, las victimas del terror tienen lugar en la historia.
La política y cierta forma de ser independiente, tiene esas cosas...
Sin embargo, es un artículo, que debe leerse para enriquecer la memoria colectiva, esa que sigue construyendo con el aporte y el compromiso de otros tantos que siguen andando por la misma senda.
A 34 años del asesinato de Pedernera
"Wenceslao dejó todo por la Iglesia riojana porque le gustaba el trabajo de Angelelli"

La familia Pedernera en la estancia "La Buena Estrella" que compartieron con Sifré, Di Marco y Gonzalo Llorente.
Por primera vez en 34 años, "Coca", la viuda de Wenceslao Pedernera, dialogó con EL INDEPENDIENTE para relatar detalles de la vida que compartió con quien fuera colaborador de Enrique Angelelli, a través de su trabajo rural.
Wenceslao fue asesinado en su propia casa, en Sañogasta, departamento Chilecito, el 25 de julio de 1976. Wenceslao Pedernera nació el 28 de septiembre de 1936 en Los Jagüeles, La Calera, provincia de San Luis. Tuvo dos hermanos y una hermana que falleció recientemente.
Se cruzó en la vida de "Coca" cuando él tenía 25 años, en Mendoza, adonde llegó junto con otro grupo de trabajadores que se dedicaban a enmaderar las viñas. El padre de "Coca" por ese entonces estaba a cargo de 22 hectáreas que pertenecían a un italiano de apellido Gargantini propietario también de numerosos viñedos. Coca y Wenceslao se conocieron en junio de 1961 y debido a que el padre de ella no autorizaba el noviazgo, deciden casarse el 24 de marzo de 1962, en Mendoza, en la iglesia San Isidro Labrador, ubicada en Rivadavia, al este de Mendoza.
"Cuando éramos novios yo soñaba casarme de blanco y por la Iglesia, yo era muy religiosa pero él no, `yo a los curas no los quiero`, me decía, entonces le dije que no me casaba. Después de unos días volvió para decirme que estaba dispuesto a casarse por la Iglesia", recordó Coca.
Eran buenos tiempos p

La nota completa en: "el In-dependiente"