martes, 30 de noviembre de 2010

La falacia de haber cuadruplicado los sueldos.

Según el titular de AMP, el sector docente cuadriplicó su sueldo básico en sólo tres años. Sin embargo los datos demuestran que no hubo ni actualización ni aumento. Solo respecto del mínimo fijado por el Consejo del Salario Nacional, el poder adquisitivo de los maestros y profesores riojanos lleva un retraso cercano al 40%.

La noticia, cae como peludo de regalo para el gobierno cuando comienzan a arreciar las demandas por recomposición salarial. Similares declaraciones pueden rastrearse años anteriores en boca de ministros y funcionarios oficiales. Todas interesadas en desmovilizar, quitar presión a la urgencia por los salarios que se deterioran día a día con el costo de vida que mantiene su ritmo ascendente, y que esta vez es señal de una economía en crecimiento.


Este dato de la economía en crecimiento, es lo diferente de episodios anteriores, que situaban a los trabajadores en la disyuntiva de aceptar el ajuste o las migajas que se ofrecían a cambio de la estabilidad laboral o la estabilidad del propio sistema económico que amenazaba colapsar si las demandas se pasaban de la raya. Una raya interesada y bien marcada por los que manejan los hilos del poder político y económico desde siempre.

Lo que sucede ahora es distinto. Salimos del modelo de los ajustes, de las promesas del derrame o el apocalipsis y es evidente para todos que no hay que seguir esperando que la copa se colme, para comenzar a repartir; por que las ganancias captadas por los sectores mas concentrados son realmente extraordinarias. Llegó la hora de repartir. Y hay que hacerlo con justicia. No solo entre los dirigentes, sino hay que repartir hacia toda la ciudadanía.

Actualización o aumento


Una cosa es actualizar el salario, con el costo de vida y otra muy diferente es aumentar los sueldos. Por eso se habla de “recomposición”, es decir cuando la diferencia con la evolución del costo de vida sumerge al salario mínimo debajo de la línea de la pobreza, se trata de volver a componerlos a los niveles anteriores.

En una sociedad normal, donde los derechos y las obligaciones son de todos, la cuestión debería ser un trámite, que se resuelve con un par de reuniones donde cada uno expone sus pretensiones fundadas, y luego se acuerda lealmente de manera que los mayores precios no representen una vía de transferencia de recursos desde los asalariados hacia los empresarios, cuyas recaudaciones se incrementan automáticamente con los precios, mientras los salarios alcanzan para cada vez menos bienes o servicios y la canasta familiar se reduce en calidad y cantidad.

Lo mismo sucede en el Estado, conforme aumentan los precios, el equivalente de impuestos recaudados aumenta, y en una economía en crecimiento por el mayor volumen de la actividad, también aumenta la recaudación. Es la discusión por el índice de crecimiento de la economía que vemos cada año cuando se debate el presupuesto nacional. Si se fija un índice de crecimiento muy bajo, por “error” habrá una recaudación mayor y esos fondos al no estar asignados con destino específico, tendrán libre disponibilidad, es decir el gobierno podrá gastarlos discrecionalmente.


De tal modo, si la recaudación aumenta, deberían aumentar en forma proporcional las partidas, para salarios, obras públicas, servicios y gastos de funcionamiento. Sin embargo, como sucede en el sector privado, el que parte y reparte se queda con la mejor parte.

La reducción de la participación salarial en el presupuesto fue una meta de los últimos 30 años.

Conviene preguntar como se logra si continúan las designaciones o contrataciones y se crean estructuras paralelas, para dibujar una reducción del Estado que en realidad es una suerte de privatización de numerosas áreas, que salen del régimen estatal para fungir como organismos no gubernamentales pero que se sostienen exclusivamente con fondos estatales.

Esta es la clave del modelo de transferencia de recursos públicos a las empresas privadas de los funcionarios del gobierno. Otra truculenta versión del modelo privatizador.

La ecuación, es simple: la reducción de sueldos, oculta por la inflación, que impone actualizaciones mínimas, disimulan el retraso, pero permiten hacer caja con los excedentes.

Los aumentos salariales que por la vía del consejo del salario se acordaron en nuestro país hicieron ese camino en los últimos 9 años. Sólo exiguas recomposiciones, por detrás del ritmo de los precios según el índice Moreno.

La nota citada continúa: “el gremialista al elogiar la actitud del gobierno provincial, remarcó que el salario básico de los maestros riojanos se “cuadriplicó” en los últimos tres años. En muy pocos lugares del país se logró un alcance de esta naturaleza”.

Falso, por que las recomposiciones provinciales en el sector docente fueron mínimas, y todas significaron convalidaciones de los acuerdos de CTERA con el gobierno nacional, moviendo los pisos en ese mismo compás. La mayoría fueron asignaciones en negro, es decir sin respetar la antigüedad ni aportar a la seguridad social, lo que también explica en parte el desfinanciamiento de las obras sociales y el deterioro de la cobertura de salud de los trabajadores.

Cuatro veces más o cuarenta por ciento menos.

Si la reivindicación gremial guardara alguna coherencia, el planteo de los 1.000 pesos de básico del momento de la paridad un peso un dólar, debería haber situado el salario básico en 4.800 pesos, desde la devaluación hasta ahora y ese cambio solo hubiera sido nominal, manteniendo igualado su poder adquisitivo.

Cuadruplicar el salario básico significa realmente llevar ese poder adquisitivo de mil dólares a cuatro mil, que representan más de 16 mil pesos de básico. Muy diferente de los 330 pesos a los 1.271 pesos actuales del salario básico de un maestro de Jornada Simple, y que sólo una inteligencia perversa puede exhibir como aumento.

Otra referencia, es el acuerdo que logró cerrar en Agosto , el Ministerio de Trabajo de la Nación con las cámaras empresarias y la CGT para establecer un nuevo salario mínimo legal de 1740 pesos a partir de septiembre y de 1840 pesos desde enero de 2011. Sólo votó en disidencia la CTA que reclama un básico de 2340 pesos.

El salario básico de un maestro riojano, (1,271) está un 36,9% por debajo del piso salarial nacional (1740). Con los 50 pesos que llevan el salario del maestro a 1321 esa diferencia se estiraría aún más en enero donde el piso salarial nacional se fijó en 1840, entonces el porcentaje de retraso sería del 39,28%.


Es la plusvalía -enseña Karl Marx-, que acumulan los empresarios del poder, y sus amigos que se enriquecen con la miseria ajena. Miserable filosofía.

Prof. Ricardo Gaitán en Chilecito, primavera de 2010.-

"Hoy nos encontramos en una nueva fase de la humanidad. Todos estamos regresando a nuestra casa común, la Tierra: los pueblos, las sociedades, las culturas y las religiones. Intercambiando experiencias y valores, todos nos enriquecemos y nos completamos mutuamente. (…)

(...) Vamos a reír, a llorar y a aprender. Aprender especialmente cómo casar Cielo y Tierra, es decir, cómo combinar lo cotidiano con lo sorprendente, la inmanencia opaca de los días con la trascendencia radiante del espíritu, la vida en plena libertad con la muerte simbolizada como un unirse a los antepasados, la felicidad discreta de este mundo con la gran promesa de la eternidad. Y al final habremos descubierto mil razones para vivir más y mejor, todos juntos, como una gran familia, en la misma Aldea Común, bella y generosa, el planeta Tierra."

Leonardo Boff, Casamento entre o céu e a terra. Salamandra, Rio de Janeiro, 2001.pg09

Hacia un Socialismo Nuevo La Utopía continúa

¿Qué cambios hemos experimentado en función de las lecciones que nos ha dado la historia? ¿Qué actitudes, qué acciones son de esperar hoy de una militancia socialista? Nadie nace socialista, el socialista se hace. Personalmente y comunitariamente. Hay valores referenciales, eso sí, que son columnas maestras del socialismo nuevo: la dignidad humana, la igualdad social, la libertad, la corresponsabilidad, la participación, la garantía de alimento, salud, educación, vivienda, trabajo, la ecología integral, la propiedad relativizada porque sobre ella pesa una hipoteca social.

La Utopía continúa, a pesar de todos los pesares. Escandalosamente desactualizada en esta hora de pragmatismo, de productividad a toda costa, de postmodernidad escarmentada. La Utopía de que hablamos la compartimos con millones de personas que nos han precedido, dando incluso la sangre, y con millones que hoy viven y luchan y marchan y cantan. Esta Utopía está en construcción; somos obreros de la Utopía. La proclamamos y la hacemos; es don de Dios y conquista nuestra. Con esta «agenda utópica» en la mano y en el corazón, queremos «dar razón de nuestra esperanza»; anunciamos e intentamos vivir, con humildad y con pasión, una esperanza coherente, creativa, subversivamente transformadora.

Pedro CASALDÁLIGA

Para probar si sos human@


UTOPÍAS


Cómo voy a creer / dijo el fulano
que el mundo se quedó sin utopías

cómo voy a creer
que la esperanza es un olvido
o que el placer una tristeza

cómo voy a creer / dijo el fulano
que el universo es una ruina
aunque lo sea
o que la muerte es el silencio
aunque lo sea

cómo voy a creer
que el horizonte es la frontera
que el mar es nadie
que la noche es nada

cómo voy a creer / dijo el fulano
que tu cuerpo / mengana
no es algo más de lo que palpo
o que tu amor
ese remoto amor que me destinas
no es el desnudo de tus ojos
la parsimonia de tus manos
cómo voy a creer / mengana austral
que sos tan sólo lo que miro
acaricio o penetro

cómo voy a creer / dijo el fulano
que la útopia ya no existe
si vos / mengana dulce
osada / eterna
si vos / sos mi utopía


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Escrito por "Mario Benedetti"
Tomado de "Praxis del fulano" del libro "Las soledades de babel"

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